Es una de las noticias del año en el mundo del tenis. Novak Djokovic ha sido descalificado del Open de los Estados Unidos después de dar un balonazo a la jueza de línea. La decisión ha sido firme y clara: el serbio tenía que abandonar el torneo.
Esta acción ha sucedido en los octavos de final del Grand Slam norteamericano, que le enfrentaba a Pablo Carreño. El marcador mostraba un 6-5 favorable al español y la frustración de Djokovic fue un balonazo sin mirar la dirección hacia la jueza.
El serbio, enseguida, pide perdón y está claro que no era su intención, pero las normas son claras y es que está absolutamente prohibido golpear a un juez de línea, aunque sea de manera fortuita.
Deportivamente es un golpe durísimo para Djokovic, que ve que no podrá levantar el título del Open de los Estados Unidos. El número uno del mundo ha reaccionado en las redes sociales y ha asegurado que se siente "triste y vacío".
"Toda esta situación me ha dejado realmente triste y vacío. He preguntado por la jueza de línea y el torneo me ha dicho que gracias a Dios se encuentra bien. Lamento mucho haberle provocado un estrés tan grande. Tan poco intencionado. Tan mal", ha escrito.
"Necesito volver dentro de mí y trabajar en mi decepción y convertirlo en una lección para mi crecimiento y mi evolución como jugador y como ser humano. Pido perdón al US Open y todo el mundo asociado a él por mi comportamiento. Estoy muy agradecido a mi equipo y a mi familia por ser mi apoyo, y a mis fans por estar siempre conmigo. Gracias y lo siento", ha sentenciado.