El lanzamiento de mecheros a los futbolistas del Betis ha estado a punto de salirle muy caro al Espanyol. La entidad blanquiazul permanecía hasta este miércoles bajo amenaza de sanción por parte de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) por la que se podía quedar sin el apoyo de su afición para el derbi contra el Barça.
Finalmente, sin embargo, el Comité de Disciplina ha tenido piedad del club perico, aplicando una sanción leve que consiste en tan solo una sanción económica y no un cierre de campo, tal como estaba sobre la mesa durante estos últimos días. De esta manera, por lo tanto, el equipo de Manolo González contará con su principal argumento con tal de doblegar al Barça, que llegará al derbi de la capital catalana con la posibilidad de sentenciar la Liga.

El Espanyol no quiere volver a vivir un alirón del Barça en su campo
En el hipotético caso de que el Barça se quede con los tres puntos en juego del Clásico de este domingo y que gane al Espanyol en el RCDE Stadium, el conjunto blaugrana se alzaría líder a 7 puntos del Real Madrid a falta de dos partidos. En ese entonces, sería matemáticamente campeón. El Espanyol ya vio como el equipo blaugrana ganaba la Liga en su feudo ahora hace dos temporadas y, evidentemente, el conjunto perico querrá evitarlo.
Como no podría ser de otra manera, el Clásico es el partido marcado en rojo en el calendario del Barça, pero el derbi barcelonés no deja de ser un encuentro muy delicado. Primeramente, porque el estado de forma del Espanyol le erige en uno de los rivales más potentes de la liga en esta segunda vuelta. En segundo lugar, porque, hasta su última cita contra el Betis (1-2) el Espanyol hacía más de medio año que no perdía en casa.

Y en tercer lugar, pero nunca desestimable, por la tensión propia tensión de uno de los derbis más calientes de esta Liga como lo es el de la capital catalana. Hay que recordar, de hecho, que en la visita del conjunto perico a Montjuïc, el Barça se llevó la victoria (3-1) con muchas dudas. Los de Hansi Flick arrasaron en la primera mitad, pero en la segunda recibieron hasta cuatro goles, tres de ellos anulados, ante un Espanyol que acabó el partido mejor que el equipo local. Ahora, con el factor campo para los de Manolo y con el aliciente añadido de poder frustrar la liga culé, el Espanyol pondrá toda la carne en el asador y, sobre todo, lo hará con el apoyo de su gente.