Persistiendo, probando, intentando. La defensa del Borussia Mönchengladbach ha sido un muro con muy pocas fisuras, pero los Neymar, Arda Turan y Piqué han encontrado las pequeñas grietas que sólo ellos han podido ver. Los sustitutos de Messi han cambiado una derrota con mal fútbol del Barça por una victoria con un gran final de partido.

Al Barça le ha costado mucho el partido. Los de Luis Enrique no encontraban espacios en ataque y se han visto totalmente frenados por un gran Gladbach. En ataque, los azulgranas no han tenido muchas ocasiones. La lesión de Messi ha vuelto a aparecer en la mente de todos los culés, y todo se ha complicado con un gol de Hazard en la primera parte, dejando tocado al Barça, pero no hundido. El asistente Neymar, el goleador Turan y el vivo Piqué, han remontado el partido.

Cuestión de confianza

Ter Stegen estaba emocionado por volver a su casa, el club donde jugó dieciocho años. El espíritu de los alemanes es muy sólido, sin miedos y con mucha autoconfianza, cosa que el portero azulgrana muestra partido tras partido con su juego de pies y su sangre fría. Al Barça, sin embargo, le ha faltado eso durante casi todo el partido.

El juego azulgrana ha ido a fases. Mala primera mitad con falta de velocidad, precisión y contundencia en ataque. El Barça ha llegado a la portería rival con claras ocasiones, pero el día no los acompañaba. Suárez, Neymar, Rakitic y Paco Alcácer han creado peligro, pero han sido estériles.

Ha faltado decisión. La confianza mostrada en los últimos partidos se ha quedado fuera del terreno de juego y ha costado mucho ser letales en acciones ofensivas. Falta de circulación, problemas en la velocidad y el ritmo del juego. El Gladbach ha sabido anular al Barça en ataque.

Se ha echado de menos el 10

Si Messi no estaba para arreglar el partido y transformarlo, Neymar no ha podido superar a los rivales y con Suárez se ha tropezado con sus errores. La suplencia del crac argentino se la ha llevado Alcácer, pero de nuevo, no ha sabido aprovechar la ocasión y se ha perdido en un juego cambiante del Barça.

Sin timonel del equipo, Luis Enrique ha apostado por una formación de 3-5-2, 4-4-2 y 4-3-3. El Barça ha variado el dibujo conforme pasaban los minutos y veían la imposibilidad de superar las últimas líneas.

Efectividad alemana

Cuando más lo necesitava y cuando ha tenido la ocasión, el Borussia Mönchengladbach ha aprovechado la oportunidad. Error de Busquets, muy espeso durante todo el partido, y contragolpe imparable de los alemanes. El definidor ha sido una de las referencias en ataque, Thorgan Hazard. Sólo era el minuto 34 de juego y el Barça ha quedado muy tocado.

Ni Luis Enrique ni el equipo se esperaban este planteamiento y eficacia rival. El contragolpe es el alma del fútbol alemán y el Borussia ha hecho gala de los principios de su país.

Equilibristas entre todos

La mejora del Barça en la segunda parte ha sido importante, y sobre todo a partir del minuto 60. El equilibrio entre ataque y defensa ha sido la clave. El mal partido y el mal resultado ha hecho cambiar la mentalidad del equipo. El Barça es ganador y lo ha vuelto a demostrar. Cuando las cosas no pintan bien, si desde el campo no se puede solucionar, la respuesta está en el banquillo.

El fondo de armario ha salido para quedarse. Sin Messi y sin que Alcácer funcionara, ha tenido que estar Arda Turan el encargado de hacer cambiar el marcador. El turco ha empatado en el minuto 65 gracias a una visión prodigiosa de Neymar y nueve minutos más tarde, Piqué ha aprovechado una jugada en pelota parada para concluir el partido.

El Barça ha vuelto a ganar, remontando y acabando un partido con muchas cosas que mejorar. El empate entre Manchester City i Celtic hace que los azulgranas sean primeros de grupo con seis puntos y linden las próximas jornadas con más tranquilidad.

 

Los goles

1-0 Hazard 34'

1-1 Arda Turan 65'

1-2 Piqué 74'