La trayectoria de los dos equipos da brillo al derbi catalán de Primera División. El calendario quiso que el Espanyol-Barça se cayera en la jornada 35 de Liga, a sólo tres del final, con todo lo que eso comporta. Esta temporada, tanto Barça como Espanyol llegan con objetivos pro alcanzar. Los blaugrana buscan su tercer título de Liga consecutivo y los blanquiazules, volver a Europa once años después.

Una Liga en juego

El Barça no tiene alternativa. Llega a Cornellà con las urgencias propias de un equipo que no depende de él mismo para ganar la Liga. Empatados a puntos con el Real Madrid pero con un partido más, los blaugrana tienen que contar todos sus partidos por victorias si quieren llegar vivos a la última jornada. Luis Enrique y la plantilla son plenamente consciente de que un tropiezo contra el Espanyol, combinado con una victoria del Madrid, sería definitivo.

El Barça recupera a Neymar para el reto del derbi. El brasileño se ha perdido los últimos tres partidos de Liga por su expulsión en el campo del Málaga. Una baja que el equipo no ha notado, ganándolo todo y reviviendo en el Santiago Bernabéu. Paco Alcácer y Arda Turan han sido los recambios de un Neymar que volverá a formar el tridente al lado de Luis Suárez y Leo Messi. Un Leo Messi que pasa por|para uno de sus momentos más dulces. Seis goles en tres partidos, con exhibición incluida contra el Madrid.

El '10' del Barça tiene gran parte de culpa del resurgir del equipo. Los compañeros se encomiendan a él para sumar el tercer doblete consecutivo. Un hito para el que sólo quedan cinco partidos. Si Messi será uno de los nombres propios, el de Andrés Iniesta, también. El capitán tiene molestias en el aductor de la pierna derecha y su presencia está casi descartada.

La baja de Iniesta volvería a darle protagonismo a André Gomes en el medio del campo, al lado de Ivan Rakitic y Sergio Busquets. Atrás, la defensa de gala, con Ter Stegen en la portería. Y todos ordenados con el sistema tradicional, el 4-3-3, que enseñó músculo en el Bérnabeu.

Luis Enrique contra Quique

El derbi, más allá de un Espanyol-Barça, será un duelo de entrenadores. La mala relación entre Quique Sánchez Flores y Luis Enrique es un aliciente más para estar pendientes del partido. Los dos entrenadores no tienen química desde que coincidieron, como jugadores, en el vestuario del Real Madrid.

Su relación es tan mala que han evitado hacerse la tradicional fotografía previa a los derbis, donde cada técnico aparecía con su camiseta en el escenario del partido. Los dos ya se posicionaron en su día sobre una polémica que esta semana ha vivido la segunda parte. Luis Enrique no ha querido comentarlo pero Quique sí, con un discurso irónico: "No hemos tenido tiempo. Y el tiempo que tengo lo dedico a leer un libro que me está encantando: El payaso que hay en ti".

Quique se encuentra plenamente identificado con el proyecto del Espanyol. A pesar de tener grandes ofertas para marcharse, el técnico ha decidido quedarse porque está muy a gusto en el club, como aseguró el director deportivo Jordi Lardín en una entrevista en El Nacional. Es por eso que la afición lo identifica como uno de los líderes que tiene que llevar al club hacia objetivos mucho más ambiciosos que la salvación.

Luis Enrique lo vive diferente. Su comentario al final de la rueda de prensa de este viernes –"venga va, que ya me queda poco" - denota cansancio. Y es que el asturiano está llegando con las fuerzas justas al final de su tercer y último año en el banquillo del Barça.

La espina de Cornellà

El Espanyol nunca ha conseguido ganar al Barça en Cornellà-El Prat. El club abandonó el Estadio Olímpico Lluís Companys para instalarse en el actual RCDE Stadium el año 2009. Desde entonces, el equipo ha sido incapaz de sumar los tres puntos en los derbis contra el Barça. Como mucho, los blanquiazules han conseguido arañar un empate.

Para cambiar la tendencia, Quique podrá contar con el once de gala, el mismo que ha utilizado en las últimas jornadas y con el que ha conseguido engancharse al tren que para en Europa. El equipo, maduro y con confianza, pasa por su mejor momento. El complicado inicio de Liga, con muchos problemas para sumar victorias, ya parece cosa del pasado. Ahora, el Espanyol es capaz de ofrecer resistencia contra cualquier rival.

Aarón Martín, gran duda durante la semana por unas molestias musculares, ha entrado a una convocatoria donde destaca la vuelta de Hernán Pérez y Víctor Álvarez. Leo Baptistao, plenamente recuperado, se presenta como alternativa a Felipe Caicedo, titular en los últimos partidos pero ofreciendo un rendimiento bajo en comparación con el otro delantero, Gerard Moreno.

El estadio presentará la mejor entrada de la temporada para romper la estadística contra el Barça, sumar tres puntos, exprimir las opciones de entrar en Europa y, de rebote, complicarle la Liga al eterno rival.