Ousmane Dembélé prefirió el dinero antes que la estabilidad deportiva y emocional que había encontrado en el Barça desde que llegó Xavi Hernández. Pasó de ser un ‘apestado’ y de llegar a ser repudiado por su propia afición, a convertirse en una de las estrellas del equipo, e incluso se especuló que podía ser elegido como uno de los cuatro capitanes. Pero eso no fue suficiente para que pudiera rechazar la oferta del Paris Saint-Germain.

La propuesta que le presentó Nasser Al-Khelaïfi era demasiado tentadora, y no pudo decir que no, aunque en el Camp Nou tenía todo lo que podía desear. Le multiplicaron el sueldo por cuatro, y Luis Enrique también le garantizaba ser uno de los líderes del ambicioso proyecto que hay, convirtiéndose en el principal socio de Kylian Mbappé, su íntimo amigo. Además, la posibilidad de regresar a su país natal también fue un aliciente importante.

Luis Enrique presentación PSG Al Khelaïfi EFE
Luis Enrique y Nasser Al Khelaïfi/ EFE

Pero en sus primeras semanas en la Ligue1, las cosas no están yendo como se podía imaginar ‘El Mosquito’. Le está costando mucho más de lo esperado mostrar todo el talento que atesora en las botas, y las críticas no han tardado en aparecer. Hasta el momento, no ha sido capaz de marcar ningún gol ni de dar ninguna asistencia en los cinco choques que ha disputado, y las dudas que hay en torno a su figura se han multiplicado.

Dembélé sigue contando con la confianza del preparador asturiano, pero en el Parque de los Príncipes empiezan a plantearse sí fue una buena operación, aunque únicamente tuvieran que pagar 50 millones de euros, la cláusula de liberación que tenía en el Barça. Y ahora se ha revelado que el extremo de 26 años también empieza a dudar sobre si tomó una buena decisión abandonando Barcelona, para trasladarse a la capital de Francia.

No acaba de encontrarse tan cómo y feliz, y en especial, no ve que en el PSG tenga la misma importancia que Xavi le trasladó desde el primer minuto.

En el Barça ya nadie se acuerda de Dembélé

Por lo tanto, se puede asegurar que a Dembélé le empieza a pasar lo mismo que a Neymar Junior y a Leo Messi en el pasado: echan de menos el Barça. En cambio, los campeones de La Liga EA Sports se han olvidado por completo del campeón del Mundial de Rusia, gracias a la irrupción de Lamine Yamal, además del renacimiento de Ferran Torres, y la llegada de Joao Félix.

Joan Laporta hizo un buen trabajo para llenar el vacío que dejó cuando se fue al PSG.