En el FC Barcelona siempre hay espacio para los giros inesperados, y el último llega de la mano de Andreas Christensen. El central danés, que termina contrato el próximo verano, parecía tener pie y medio fuera del club. Sin embargo, su rendimiento en este inicio de temporada ha cambiado el escenario de manera sorprendente. Desde la dirección deportiva, con Deco a la cabeza, ya se estudia seriamente la posibilidad de ofrecerle un año más de contrato.
Una situación que parecía cerrada
Hasta hace apenas unas semanas, la hoja de ruta del Barça era clara: Christensen no seguiría en 2026, y se daría paso definitivo a los jóvenes valores como Pau Cubarsí o incluso a fichajes de futuro que ya se estaban analizando. Sus problemas físicos de la temporada pasada parecían haber sentenciado su continuidad.
Pero el panorama ha cambiado. El danés ha recuperado el tono físico y se le ve más sólido y regular. En el club valoran no solo su experiencia y jerarquía, sino también su compromiso con el equipo, que nunca ha sido puesto en duda. Flick, que lo considera una pieza válida para reforzar la rotación, habría dado también su visto bueno a esta renovación inesperada.
El papel de Deco
Deco ha tomado la iniciativa en el asunto. El director deportivo entiende que el Barça no está en condiciones de dejar escapar activos valiosos sin coste alguno, especialmente cuando se trata de un jugador que todavía tiene mucho que aportar. Además, renovar a Christensen por un año más sería una solución de bajo riesgo y permitiría ganar tiempo de cara a reforzar la zaga en próximos mercados.
El portugués, que siempre busca equilibrio entre economía y rendimiento, está convencido de que la continuidad del central puede ser positiva tanto para el vestuario como para la planificación deportiva. Por eso ya ha iniciado contactos preliminares para tantear la predisposición del jugador.
Una sorpresa para todos
En el vestuario, la noticia ha caído como una sorpresa mayúscula. Pocos contaban con que Christensen pudiera quedarse más allá de esta temporada, pero su profesionalidad y el nivel que está mostrando lo han puesto de nuevo en el escaparate.
Si todo avanza según lo previsto, el Barça podría anunciar en los próximos meses un acuerdo de renovación por una temporada más, hasta 2027. Una decisión que, sin duda, demuestra que el fútbol da muchas vueltas y que en el Camp Nou nadie tiene el futuro asegurado, ni siquiera cuando parecía sentenciado.