La imagen del FC Barcelona en los últimos partidos ha encendido todas las alarmas. La falta de intensidad es evidente, y en el club ya hay nombres propios sobre la mesa. Dos jugadores, Frenkie de Jong y Dani Olmo, están en el centro de la diana. Y la situación ha llegado a tal punto que Deco, director deportivo azulgrana, no ha podido ocultar su vergüenza.

El problema no es solo físico. El Barça acumula siete partidos en 21 días, un calendario salvaje incluso para una plantilla de élite. Hansi Flick apenas ha podido rotar. Las lesiones, el cansancio y una plantilla corta han pasado factura. Pero lo que más preocupa en los despachos no es la fatiga, sino la falta de actitud. Hay futbolistas que andan, no corren. Y eso, en este Barça, es imperdonable.

Falta de actitud preocupante

Tras el último tropiezo, Frenkie de Jong fue el primero en admitir lo evidente. “Hemos jugado demasiado. A veces correr detrás del balón te cansa más que cualquier cosa”, confesó. Su sinceridad fue aplaudida, pero también generó debate. Dentro del club creen que el neerlandés, uno de los intocables de Flick, debe dar mucho más. Su papel es fundamental, pero su energía se apaga demasiado rápido cuando el equipo pierde el control.

Frenkie de Jong e Isi

El otro nombre propio es Dani Olmo. Su caso preocupa todavía más. Fue uno de los grandes fichajes de Deco, su apuesta personal desde que tomó el mando de la dirección deportiva. Durante los primeros meses, brilló con luz propia. Su conexión con los compañeros era total. Sin embargo, su nivel ha caído en picado. Y a diferencia del curso pasado, en este no hay lesiones que lo justifiquen. No hay excusas. Olmo no corre, no muerde, no lidera.

Deco manda un toque de atención

El propio Deco ha asumido su parte de responsabilidad, pero considera que la planificación es buena y que el problema radica en el comportamiento de algunos jugadores. En declaraciones a Catalunya Ràdio, el portugués fue claro y directo: “No somos tan magníficos como la gente nos pintó la temporada pasada. Somos un gran equipo cuando trabajamos todos, pero no cuando no nos sacrificamos por el compañero”. Fue un mensaje con destinatarios directos. En el vestuario, todos entendieron quiénes eran.

Dani Olmo EuropaPress

En privado, el director deportivo ha dejado claro su malestar. Cree que hay jugadores que se han acomodado, convencidos de que el talento basta para ganar. Pero en el Barça actual, la calidad ya no alcanza. Hace falta correr, presionar y sufrir. Algo que, en los últimos partidos, solo unos pocos parecen dispuestos a hacer.