La negativa de Frenkie de Jong podría tener efectos secundarios no deseados. El Barça necesita rebajar la masa salarial de la plantilla, disparada por la gestión económica de la junta directiva liderada por Josep Maria Bartomeu, por lo que va a poner toda la carne en el asador para lograrlo. Gerard Piqué y Sergio Busquets ya han sido convocados por la dirección deportiva para negociar una rebaja de salario, a lo que los jugadores han accedido, demostrando su amor por el club.

Y otros dos jugadores llamados a seguir los mismos pasos fueron De Jong y Ter Stegen, pues ambos están inmersos en los presuntos contratos irregulares de renovación firmados por la anterior junta poco antes de la dimisión de Josep Maria Bartomeu. El Barça les avisó de que los nuevos contratos podrían ser delictivos y les pidió volver a la situación previa, pero los jugadores no accedieron.

Marc-André Ter Stegen Barça / Foto: FC Barcelona
Marc-André Ter Stegen, en un partido del Barça / Foto: FC Barcelona

Ter Stegen no da ejemplo

Ante esta situación, Ter Stegen ha pasado a formar parte de la lista de jugadores transferibles, y más si Frenkie de Jong, molesto con el club por los intentos de que se vaya al Manchester United, sigue negándose tanto a irse como a rebajarse el salario. El portero alemán tiene asegurada la continuidad esta temporada, pero solo porque el Barça ya no está a tiempo de fichar a otro portero.

En el club pensaban que Ter Stegen tenía madera de futuro capitán, por lo que no entienden que el portero alemán se haya cerrado en banda a ayudar al Barça, y menos cuando le han mostrado pruebas sobre un posible contrato ilegal que podría tener consecuencias muy graves.

Frenkie de Jong Barca Gamper / Foto: Alejandro García - EFE
Frenkie de Jong, en el partido del Gamper / Foto: Alejandro García - EFE

Unos contratos presuntamente ilegales

Las renovaciones de Piqué, Ter Stegen, Frenkie de Jong y Lenglet, anunciadas pocos días antes de la dimisión de Josep Maria Bartomeu, fueron vendidas en su día como una gran operación del Barça, pues con ellas se lograba un ahorro de 16 millones de euros. El problema es que los nuevos contratos añadían futuros aumentos de sueldo, por lo que se generaba una enorme mochila económica para el futuro.

Según varias informaciones, con los nuevos contratos el Barça sufrirá un sobrecoste salarial de 311 millones, por lo que la operación podría ser delictiva. Se considera que los contratos podrían ser ilegales, por lo que la mejor solución es volver al punto de salida, a los contratos previos, y volver a negociar las renovaciones. Piqué ha dado el visto bueno. Ter Stegen y De Jong se niegan. La bola de nieve va en aumento.