Si hace unas semanas nos hubieran dicho que Philippe Coutinho sería titular en un partido tan trascendental como la ida de las semifinales de la Champions League no nos lo habríamos creído.

Antes de lesionarse, Ousmane Dembélé vivía su mejor momento en el Barça. Desequilibraba, marcaba goles importantes e incluso demostraba una gran sintonía con el equipo. La ruptura muscular que lo alejó del césped en dos ocasiones, sin embargo, lo ha cambiado todo.

Sin brillar pero regalando pequeños detalles de calidad, Coutinho ha aprovechado la ausencia del francés para consolidarse en la posición de extremo izquierdo y, hoy por hoy, parece evidente que será la apuesta de Ernesto Valverde para enfrentarse al Liverpool.

Después de su golazo contra el United y de firmar una gran actuación el día en que el Barça ha ganado la Liga, el brasileño se postula como titular el próximo miércoles. Valverde no acostumbra a dar pistas en la sala de prensa pero sí en el terreno de juego. Hoy, sustituyendo a Coutinho después de los primeros 45 minutos de partido, ha hecho patente que lo necesitará muy pronto.

La noticia no tendría que suponer un descalabro para Dembélé, que si una cosa ha demostrado es un estado de ánimo inalterable. Al francés poco le importa ser titular o suplente, y, en una eliminatoria de 180 minutos contra el Liverpool, puede ser decisivo en el momento más inesperado.