El Real Madrid vive un momento incómodo. Un tramo gris. Un periodo donde nada sale como debería. Los empates se han convertido en rutina. El juego no fluye. Y el liderazgo en LaLiga se ha evaporado sin que el equipo ofreciera resistencia. La sensación es clara: el conjunto de Xabi Alonso ha perdido fuerza, intensidad y brújula. El equipo se atasca. Se bloquea. No reacciona. Y cada partido se parece demasiado al anterior.

La falta de claridad preocupa. No solo al entrenador. También al vestuario. Hay dudas. Hay miradas incómodas. Hay un mensaje que se repite: el plan se rompe demasiado rápido. Los rivales lo saben. Esperan el error. Lo encuentran. Y castigan. El Madrid se muestra frágil. Irregular. Sin instinto ni orden. En ciertos tramos, incluso irreconocible.

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Real Madrid

Alexander-Arnold no responde a las expectativas generadas

Una fragilidad tiene varios focos evidente. Y uno de ellos es Trent Alexander-Arnold. El lateral llegó como fichaje estrella. Llegó para cambiar la banda derecha. Para ofrecer creatividad. Para aportar un salto competitivo. Pero el impacto ha sido el contrario. Su dimensión ofensiva es indiscutible. Su toque, también. Sin embargo, la falta de rigor defensivo se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza. Y lo peor es que ya no es solo una mala racha. Es un patrón.

El inglés sufre en cada duelo. En cada carrera hacia atrás. En cada acción que exige concentración y disciplina. Los rivales lo buscan y lo atacan. Lo entienden como un regalo. Y el sistema defensivo del Madrid se hunde una vez tras otra por esa banda. Xabi Alonso ya lo ha advertido públicamente. Quiere laterales ofensivos, sí. Pero no un jugador que entregue media espalda en cada acción. El mensaje no parece calar.

Trent Alexander Arnold Real Madrid / Foto: EFE
Trent Alexander-Arnold Real Madrid / Foto: EFE

Más preocupado de atacar que de defender

El colmo llegó en el último partido. Cuando el Madrid decidió volcarse arriba. Cuando necesitaba centros y ritmo, Arnold fue sustituido. Una decisión que generó sorpresa. Y que confirma que Alonso, poco a poco, empieza a perder la paciencia. El rendimiento está muy por debajo de lo esperado. Y el contexto ya no permite más excusas.

Algunos pesos pesados como Thibaut Courtois también están molestos. esperaba otra cosa del inglés. Otra actitud. Otro compromiso. Porque el club lo fichó como una pieza diferencial. Como una estrella. Y su rendimiento, hasta ahora, está muy lejos de ese cartel. Arnold no ha ofrecido ni la solidez ni la concentración que un equipo como el Madrid exige. Y el portero, que ha sostenido al equipo en incontables ocasiones, siente que ya no puede seguir tapando las carencias de un jugador que debía marcar la diferencia.