Qué quebradero de cabeza tan grande ha ocasionado el coronavirus a Josep Maria Bartomeu y a su directiva. Después de un inicio de año terrible en can Barça, con un criticado cambio de entrenador, una guerra con el vestuario a través de Éric Abidal o el asunto no resuelto del BarçaGate, ahora se le añaden las complicaciones del Covid-19. Un ERTE y más diferencias con la plantilla del primer equipo de fútbol masculino para acabarlo de arreglar todo.
El Barça está tocado, y suerte que no hay fútbol. La temporada se detuvo después de una sufrida victoria contra la Real Sociedad que les volvió a dar el liderato de la Liga, pero es que venían de perder en el Santiago Bernabéu contra el Real Madrid y de empatar en el partido de ida de los octavos de la Champions en Nápoles. Y ahora, sin que el balón ruede, los problemas y las críticas siguen señalando a la cúpula. Ninguno o prácticamente ninguno de los businessman del palco se salva.
Nada de 1.000 millones
Con la cancelación de todas las competiciones por culpa del coronavirus se ha dejado de ingresar, por eso el ERTE, y además se sufre por la viabilidad futura del club si no se reanuda la Liga y la Champions. El Barça, que presumía de convertirse este año en el único club deportivo capaz de ingresar 1.000 millones de euros en una sola temporada, ahora se ve amenazado.
Si en el cierre del ejercicio de la temporada pasada se acabó con 4,5 millones de beneficios después de impuestos, y con alguna trampa económica para cuadrar el presupuesto tal como reconocía el mismo Bartomeu, esta vez se sufrirá más. A pesar de la rebaja salarial de los futbolistas durante el estado de alarma, las pérdidas difícilmente se podrán evitar. Y este hecho también provoca cambios de cara al próximo mercado de fichajes.
Intercambiar a vacas sagradas
Nombres como el de Lautaro Martínez, una ganga de 112 prohibitivos millones, o el de Neymar, que podría estar cifrado en 180, siguen sonando los últimos días con el fútbol parado. Y si el Barça les quiere fichar a golpe de talonario, como hizo con Griezmann, Dembélé o Coutinho, esta vez no podrá ser.
No hay líquido económico en las arcas culés. Y sin dinero, no hay futbolistas. ¿O si? El coronavirus está afectando al nivel adquisitivo del club blaugrana pero también a todos los clubs de todas partes. Y como ni el Barça ni ningún otro cerrará la temporada con las ganancias esperadas, el mercado de fichajes ya no será tan loco como nos tiene acostumbrados en los últimos tiempos.
Y la solución que piensa Bartomeu, tal como ha afirmado durante la rueda de entrevistas para apagar el último fuego con el vestuario, es el intercambio de futbolistas: "Este verano no habrá dinero en el mercado de fichajes y los clubs tendremos que hacer muchos intercambios de jugadores". Así pues, si quieren apuntarse los goles de Lautaro y Neymar, habrá intocables que se tendrán que marchar.
Pero con un once titular lleno de vacas sagradas que superan la treintena no sé yo como acabará todo. Quizás no se hará nada porque a Bartomeu sólo le queda un año de mandato y ya empieza a pensar únicamente en los fingers.