El FC Barcelona salió reforzado del 6-0 ante el Valencia no solo por la goleada, sino también por el rendimiento de una pareja defensiva que puede marcar un antes y un después en la temporada. Eric Garcia y Pau Cubarsí fueron los elegidos por Hansi Flick para formar en el eje de la zaga y su actuación convenció plenamente al técnico alemán. La solidez que mostraron, sumada a la buena salida de balón, hace pensar que Flick ha encontrado la dupla que llevaba tiempo buscando.
El problema es que esta apuesta puede dejar a una de las estrellas del equipo en una situación delicada: Ronald Araujo. El uruguayo, considerado un líder y hasta ahora indiscutible, podría ver reducido su protagonismo.
Eric y Cubarsí, una pareja con química
El experimento salió a la perfección. Eric, más asentado y maduro, mostró confianza con balón y seguridad en los duelos. Cubarsí, por su parte, volvió a exhibir la personalidad y la madurez que han sorprendido a propios y extraños desde su irrupción en la élite. Juntos ofrecieron equilibrio: uno aportando calma en la salida, el otro anticipación y firmeza defensiva.
Araujo, el gran damnificado
El que más puede sufrir con esta nueva sociedad es Ronald Araujo. El uruguayo ha sido uno de los pilares defensivos del Barça en los últimos años, pero las lesiones y cierta irregularidad en sus últimas actuaciones han abierto la puerta a que Flick pruebe alternativas. Si Eric y Cubarsí mantienen el nivel, Araujo corre el riesgo de perder la titularidad, algo que parecía impensable hace solo unos meses.
Dentro del vestuario se respeta mucho su figura, pero Flick prioriza el rendimiento inmediato y la complementariedad de la pareja central. Y, de momento, Eric y Cubarsí han dejado una impresión inmejorable.
La competencia en la defensa se dispara
Con Christensen también en la recámara, Flick tiene ahora más opciones que nunca para configurar su defensa. El técnico quiere una zaga fiable, capaz de sostener al equipo tanto en LaLiga como en la Champions, y no dudará en apostar por quienes mejor se adapten a sus exigencias.
El mensaje está claro: nadie tiene garantizado el puesto, ni siquiera Araujo. El rendimiento ante el Valencia puede haber cambiado el orden jerárquico en la defensa y, si se confirma en los próximos partidos, el uruguayo tendrá que luchar duro para recuperar su sitio.
El Barça celebra la aparición de una pareja que funciona, aunque eso suponga un dolor de cabeza para una de sus estrellas.