Chris Froome lo ha vuelto a conseguir. El ciclista británico se ha proclamado campeón del Tour de Francia por tercera vez, la segunda de forma consecutiva. Froome ha sido el mejor ciclista, sin discusión, a lo largo de las 21 etapas de esta edición. Dominando con mano de hierro la clasificación general, el británico ha sido perfectamente escudado por su equipo (Sky), que poco a poco va consolidando una hegemonía en los últimos años al ciclismo profesional.

Ha sido un Tour sin altos ni bajos, donde los favoritos no le han hecho ni cosquillas a un Froome que ha esperado su momento para vestirse con el maillot amarillo y no sacárselo hasta llegar a París. En las poquísimas veces que el corredor del Sky se ha visto exigido, su prominente físico ha sido suficiente para abortar cualquier intento de rebelión. Froome es el líder más completo y el color amarillo de la prueba francesa lo corrobora.

El segundo en la clasificación general ha sido el francés Romain Bardet y el tercero el colombiano Nairo Quintana. En la última etapa, de 113 kilómetros con final en París y entrada en los Campos Elíseos, el ganador André Greipel del equipo Lotto-Soudal se ha impuesto a Peter Sagan en una llegada al sprint.

El ciclismo español se ha salvado de la sequía más absoluta gracias al triunfo de Ion Izaguirre en Morzine. El campeón de España contrarreloj ha salvado el honor de una generación que emite síntomas preocupantes. Alejandro Valverde, de 36 años, ha sido sexto, acabando como mejor español clasificado. Valverde ha sido el gregario de Quintana y ha aguantado el tipo después de acabar tercero el Giro de Italia.

Joaquim 'Purito' Rodríguez se ha despedido del Tour firmando una séptima plaza. 'Purito' ha tenido el honor de entrar primero en los Campos Elíseos, un detalle del pelotón con un ciclista que anunció la retirada durante la prueba.