Con la intención de sorprender al Real Madrid, y consciente del peligro que tiene Vinicius en el extremo izquierdo, Xavi Hernández decidió cambiar el dibujo para el Clásico. En lugar de la habitual defensa de cuatro, el técnico catalán decidió alinear una defensa de tres centrales con João Cancelo y Alejandro Balde más adelantados. El caso del portugués fue más evidente, ya que pasó a ser el extremo derecho del equipo.
Contra la Real Sociedad, el experimento tuvo continuidad, y Cancelo volvió a jugar por la banda derecha del ataque. En el Manchester City, el lateral derecho estuvo acostumbrado a jugar en otras posiciones o roles. Ya fuese en el lateral zurdo o jugando de interior, el portugués se adaptaba a las necesidades de Pep Guardiola. Esta vez, sin embargo, no parece estar tan contento con la nueva función que le ha designado Xavi.
Cancelo no soluciona el problema del lateral
La irrupción de Cancelo en el Barça fue muy celebrada por los culés. En su primer partido como titular, el recién llegado ofreció muchas alternativas en ataque e incluso consiguió un golazo con el que cerró la goleada al Real Betis en casa. En la siguiente jornada de Liga, sin ser su mejor partido, hizo una asistencia y el gol de la victoria contra el Celta, después de que el equipo fuese perdiendo por dos goles.
Tras un arranque inmejorable, la euforia con Cancelo se fue apagando. Sus subidas en ataque dejaban demasiados huecos en defensa que sus rivales sabían aprovechar. Un defecto que un lateral de su edad no se puede permitir. Aunque siguió siendo titular, el día en el que un jugador como Vinicius podía amenazar su banda, Xavi decidió cambiar todo el sistema porque no confiaba en el portugués para defender a la estrella brasileña. Cuando parecía que el Barça había encontrado por fin el lateral derecho que tanto necesitaba, a la hora de la verdad este no era suficiente.
La titularidad, en peligro
Aunque Xavi no confíe en Cancelo en defensa, ha preferido alterar la formación del equipo antes que dejarlo en el banquillo. Sin embargo, su rol de extremo derecho, además de no gustarle al propio jugador, no ayuda al equipo. Sus dos últimos partidos en esa posición han sido mejorables. De hecho, estos han sido los primeros partidos que el portugués no ha acabado, aparte del duelo contra el Amberes, en el que fue cambiado para dosificarlo.
Sus últimas actuaciones podrían hacer que Cancelo se viese relegado a la suplencia en los próximos encuentros. Jugando más adelantado y con Ronald Araujo como lateral, recurrir al internacional portugués deja de tener sentido. En su lugar, aportaría más tener a un extremo puro como Raphinha o Lamine Yamal que, además, sea capaz de implicarse defensivamente. Habrá que ver qué hace Xavi con este problema.