Ya hace años que el Barça no consigue dar el paso definitivo en la Champions League cuando llegan las fases eliminatorias. Sergio Busquets, un futbolista inamovible en los esquemas del Barça, volverá a ser indispensable contra el Olympique de Lyon en el partido de ida de los octavos de final.
El jugador catalán ha revivido malos recuerdos, como el de la eliminación de Roma del año pasado: "La manera como caímos la temporada pasada nos hace daño". Sabiendo que el gran problema "siempre ha sido a domicilio", también ve que antes de visitar Lyon "estamos avisados de lo que pasó años atrás".
Al Barça le falta ser "más sólido y saber sufrir", pero Busquets cree que "no nos queremos obsesionar". Pero todo depende de los futbolistas y del rendimiento que ofrezcan a partir de ahora en Europa.
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La Champions es siempre complicada
"Es una competición diferente y lo que hemos hecho hasta ahora no vale mucho", ha añadido el de Badia. "La ambición y motivación es máxima", ha dicho en referencia a las sensaciones internas dentro del vestuario.
Y para empezar bien la eliminatoria es "marcar goles porque te da mucha tranquilidad para la vuelta". Ahora bien, a pesar de no querer reconocer el favoritismo en la eliminatoria, afirma que "queremos ver el vaso medio lleno".
En referencia al rival, Busquets no quiere despreciar el Lyon: "Esperamos al mejor Olympique de Lyon. Tienen resultados irregulares, pero en la fase de grupos estuvieron a un buen nivel". Sobre todo también destaca el gran potencial ofensivo de los franceses y que tienen la capacidad de jugar con varios sistemas.