El expresidente del Barça Josep Maria Bartomeu ha sido el primero en presentar recurso contra la resolución del juez del caso Negreira, en el cual le imputa a él, Sandro Rosell, dos directivos y al Barça el delito de soborno en sustitución del delito de corrupción al deporte, y también al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) José María Enríquez Negreira y a su hijo Javier Enríquez. El abogado de Bartomeu, el penalista Josep María Fuster-Fabra, sostiene que Negreira no es funcionario, tal como lo eleva el magistrado Joaquín Aguirre para encajar el delito de soborno: "La CTA depende de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y esta es una entidad privada". Y pone como ejemplo evidente el caso de Luis Rubiales, a quien el Gobierno no lo pudo destituir como presidente de la RFEF por el beso en la boca que dio a Jennifer Hermoso.

En el recurso, en el cual ha tenido acceso ElNacional.cat, el penalista sostiene que el juez ha cambiado la imputación a soborno porque "no tiene pruebas". Añade que solo tiene confirmado que el Barça pagó 7,5 millones a Enríquez Negreira y a su hijo para hacer informes, y que hay testigos que aseguran que Negreira no tenía ningún poder ejecutivo para hacer cambiar árbitros. Tampoco se ha probado que haya pagado a árbitros para cambiar un resultado. Por eso, Fuster-Fabra pide directamente en la Audiencia de Barcelona que revoque la resolución que imputa a Bartomeu y al FC Barcelona el delito de cohecho.

"Error" del juez

En el recurso, el abogado de Bartomeu asegura que el magistrado Aguirre “compara erróneamente” los Colegios Profesionales, que “son corporaciones de derecho público, según la normativa estatal y autonómica” con la RFEF, que se rige por el derecho privado. E Insiste que la RFEF “es una entidad asociativa privada, integrada por una serie de órganos privados sin personalidad jurídica propia, como lo CTA”. Y, quien manda a la RFEF son federaciones europeas e internacionales (UEFA y la FIFA), y no el Ministerio de Deportes.

Por eso, Fuster-Fabra afirma: “Si el sr. Enríquez Negreira era un funcionario público, todo y ni percibir remuneración en su cargo, con más motivo lo habría sido el presidente de la REFF, el sr. Rubiales.” Y todo el mundo recuerda que el Gobierno tuvo que recular en su anuncio de hacer destituir Rubiales, el cual al final dimitió forzado por el escándalo del beso, este verano, en el Mundial.

Rubiales es investigado por los delitos de agresión sexual y el de coacciones por el beso en la boca que dio a Hermoso, y ella sostiene que no fue consentido. Precisamente, este lunes las jugadoras del Barça Alèxia Putellas e Irene Paredes, y Misa Rodríguez, del Real Madrid, han confirmado al juez que su compañera a la selección española de fútbol recibió coacciones de Rubiales y su entorno.

Principio acusatorio afectado

Además, el abogado de Bartomeu declara que el titular del juzgado de instrucción 1 de Barcelona con su resolución “ha afectado el principio acusatorio” porque ni la Fiscalía Anticorrupción ni las acusaciones particulares personadas, como la Liga, no han pedido este cambio de tipo delictivo. La investigación de caso Negreira se inició por una querella de la Fiscalía por los delitos de corrupción en los negocios, en su modalidad de fraude deportivo, otro de administración desleal y un tercero de falsedad en documento mercantil por los pagos del Barça a Negreira y a su hijo para hacer informes de árbitros entre los años 2011 al 2018. Los pagos han sido admitidos por las partes y se regularizaron a Hacienda.

En la foto principal, el expresidente del Barça, Josep Maria Bartomeu, con su abogado, Josep Maria Fuster- Fabra. / Foto: Carlos Baglietto