Después de la polémica decisión de disputar el partido entre el Barça y Las Palmas, Bartomeu ha comparecido ante los medios de comunicación para expresar su opinión al respecto. "No queríamos jugar", pero "no hemos encontrado la manera de aplazar el partido", ha afirmado con contundencia.

El presidente del Barça ha dicho que el partido se ha jugado a puerta cerrada "para mostrar nuestro dolor y nuestra disconformidad, no por problemas de seguridad. Los Mossos nos la garantizaban, pero pretendemos que el mundo vea que estamos sufriendo y que no es un día cualquiera". "Queríamos anular el partido pero no nos han dejado. Estamos preocupados y con mucha pena", ha seguido manifestando.

Bartomeu ha explicado que han estado pidiendo a la Liga la suspensión del partido, pero que la asociación española no lo ha permitido de ninguna de las maneras. "En caso de no presentarnos al partido habríamos perdido 6 puntos; 3 por no jugar y 3 por sanción", ha explicado.

Por último, y en relación a la posible dimisión de Carles Vilarrubí, el presidente culé ha opinado que "ya habrá tiempo los próximos días para hablar de estos asuntos". Las palabras de Bartomeu no han desvanecido las críticas de la afición blaugrana y catalana respecto de la decisión de jugar el partido".