La temporada 2002/03, la última con Joan Gaspart en la presidencia del Barça, es el claro ejemplo de cómo no deben hacerse las cosas a la hora de gestionar un club de la élite. Fue caótica en todos los aspectos, con una planificación deportiva pésima, con cambio de entrenador, de Van Gaal a Radomir Antic, con crisis institucional y con un final tristísimo, pues Enric Reyna le cogió el gusto a la poltrona tras la dimisión de Gaspart y el primer equipo se clasificó de milagro para disputar la Copa de la UEFA.
Para algunos, Joan Gaspart ha dejado de ser el peor presidente de la historia del Barça / ACN
18 años después, y tras la mejor época de la historia del club, se están cumpliendo los mismos pasos, uno tras otro, algo que parecía impensable, y en algunos aspectos incluso se está empeorando el libro de ruta, hasta el punto que muchos ya creen que Josep Maria Bartomeu ha superado a Joan Gaspart en la discutible etiqueta de ser el peor presidente de la historia del Barça.
Una planificación deportiva pésima y enfocada a las cuentas
Los paralelismos entre las dos oscuras temporadas son evidentes, aunque la dimitida junta de Bartomeu haya usado hasta aburrir la excusa de la pandemia del coronavirus que, también, dicho sea de paso, ha evitado el alud de pañoladas que se ganó Gaspart y que el histórico número de firmas recogidas para la moción de censura fuera todavía más elevado. Como entonces, la planificación de la plantilla, el motivo que expuso Bartomeu para no irse tras el 2-8 de Lisboa, ha sido un auténtico esperpento, sacándose de encima a jugadores, sin prácticamente beneficios, con el único objetivo que cuadrar las cuentas, pero sin analizar si sería posible fichar sustitutos.
El 2-8 contra el Bayern, el momento más triste del Barça de Josep Maria Bartomeu / EFE
Si hace 18 años el escudo fue Van Gaal, en esta ocasión le ha tocado a Koeman, que ha tenido que tragar con ser el malo de la película Suárez y con verse sin Eric Garcia y Depay, las últimas esperanzas que tenía para disponer de una plantilla más o menos competitiva.
Joan Gaspart, al menos, tuvo la decencia que aceptar los errores, admitir que estaba decepcionado y presentar la dimisión, en lugar de buscar fantasmas hasta debajo de las piedras como ha hecho Bartomeu. Y claro, los paralelismos entre Reyna y Tusquets, ejemplos del protagonismo mal entendido, son tan evidentes que dan miedo.
Ronald Koeman, leyenda del Barça, fue el último escudo usado por Bartomeu / EFE
Un inicio de Liga peor que el del último Barça de Gaspart
Y después, claro, están los resultados, esos números tan fríos como irrefutables. Y estos dicen que el inicio de Liga del Barça de Koeman, que solo ha sumado 11 puntos de 24 posibles (3 victorias, 2 empates y 3 derrotas) ya es peor que el inicio de la Liga 2002/03, la que acabó con el Barça luchando con el hígado fuera para lograr la 6ª posición. En aquella ocasión, tras 8 jornadas, el conjunto blaugrana había logrado un punto más. Para ponerse a temblar.
Eric Garcia, que esperó hasta el último día para fichar el el Barça, es el claro ejemplo de la pésima planificación deportiva llevada a cabo por el Barça / Europa Press
Hace 18 años, Joan Laporta asumió la presidencia del FC Barcelona contra todo pronóstico para cambiar el rumbo del club. Al Barça, pues, sólo le queda la esperanza de acabar la temporada con la máxima dignidad posible y esperar que el próximo presidente, con la economía del club en estado crítico, obre un milagro y vuelva a dirigir a la entidad a la élite de la cual jamás tendría que haber salido.
Imagen principal: Bartomeu, saliendo en coche de las oficinas del Camp Nou / EFE