El barcelonismo en particular y el planeta fútbol en general todavía está digiriendo cómo es posible que este Real Madrid vaya a disputar el próximo 28 de mayo la final de la Champions League. Los blancos fueron peores que el PSG, el Chelsea y el Manchester City y en las tres eliminatorias estuvo con un pie y medio fuera de la competición, pero entonces sucedió lo imposible para que el Madrid siga vivo, a 90 minutos de ganar su 14ª Champions League.

Desde dentro del vestuario del Barça se ha llegado a hablar de "magia negra", por lo que entrando ya en un mundo esotérico y de creencias paranormales, el gran argumento que queda vivo para el barcelonismo es el as que tiene Joan Laporta bajo la manga. Y es que con él de presidente del Barça, el Real Madrid nunca ha ganado una Champions League, una racha que se espera que siga bien presente el 29 de mayo.

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Jürgen Klopp, entrenador del Liverpool / Europa Press

El precedente que hace soñar al Liverpool

Otro punto de referencia para confiar en la derrota del Real Madrid es que la última vez que el equipo blanco cayó en una final de la Copa de Europa fue en París, y contra el Liverpool, un partido que en Inglaterra ya se están encargando de recordar. Fue en la edición del 1981, cuando el Real Madrid de Vujadin Boškov se plantó en la final tras eliminar a Limerick, Budapest Honvéd, Spartak de Moscú e Inter de Milán. Era el Madrid de Camacho, Del Bosque, Stielike, Juanito y Santillana.

Enfrente estaba el Liverpool de Jimmy Case, que tras ganar las Copas de Europa del 1977 y 1978, había sucumbido ante el histórico Nottingham Forest, campeón de las ediciones del 1979 y 1980, demostrando una superioridad de los equipos ingleses notoria. El partido fue táctico, con pocas ocasiones de gol, y cuando parecía que se iba a ir a la prórroga apareció Alan Kennedy para marcar el gol de la victoria.

El Liverpool, favorito sobre el papel

Precedentes aparte, pues el Liverpool y Salah también tienen la espina clavada de la final del 2018, en la que Sergio Ramos lesionó al egipcio, el mayor argumento de los reds es que futbolísticamente son un equipo superior al Real Madrid. De hecho, en Liverpool preferían a los blancos, pues temían tener que jugarse la Champions League contra el espectacular Manchester City de Pep Guardiola.

En un partido puede pasar de todo, como el Real Madrid ha ido recordando en esta edición de la máxima competición continental, pero sobre el papel el Liverpool es superior. Además, tendrá tiempo para preparar el encuentro, pues en estos momentos el equipo está cansado por la lucha que mantiene con el City por la Premier League.

 

Imagen principal: Joan Laporta, en el palco del Camp Nou, antes del inicio del Barça-Mallorca de la Liga / EFE