El Barça Lassa es el nuevo campeón de la Copa del Rey de baloncesto (90-92). Los blaugrana, que llegaban a Gran Canaria sin el cartel de favoritos, superan al Real Madrid y vuelven a ganar la Copa cinco años después. Svetislav Pesic cambia el equipo desde el banquillo en sólo diez días y cuatro partidos. Pau Ribas, mejor jugador de la final con 21 puntos, 4 rebotes y 2 asistencias. Thomas Heurtel, MVP del torneo.

Una cara nueva

En el mundo del deporte, lo que hoy es gris mañana puede ser blanco. El Barça es un ejemplo de ello. El equipo, desanimado y sin rumbo, encadenaba derrotas casi vergonzantes sin reaccionar. La plantilla no estaba a la altura de la exigencia del escudo. Pero todo ha cambiado con Pesic. El técnico serbio, conocedor de la casa, aterrizó en Barcelona con la misión de reconducir el rumbo de la sección. Y lo ha conseguido.

El equipo ha ganado en intensidad, sobre todo en ataque, donde lucha y captura más rebotes, una de las grandes preocupaciones del nuevo entrenador. Contra el Madrid, el Barça ha seguido mejorando y cambiando de cara. Los cinco tiros libres casi consecutivos de Luka Doncic han evitado que los blaugrana se alejaran en el marcador. Las imprecisiones propias de una final entre dos transatlánticos marcaban a fuego los primeros minutos. Las pérdidas y los errores se sucedían en los dos bandos hasta que Trey Thompkins ha situado a los blancos con ocho puntos de margen (21-13).

Ribas ha maquillado el resultado para cerrar el primer cuarto a seis puntos del Madrid (21-15). El Barça no ha perdido la cabeza y ha encontrado en Ante Tomic a su mejor aliado. Los blaugrana han sumado un parcial de 7-0 antes de volver a ponerse por delante con un tiro de Heurtel (26-28). Los blancos se basaban en su vieja guardia para no perderle la cara al partido. Pero Pierre Oriola ha situado la mayor diferencia a favor del Barça antes del descanso (34-40).

Tercero cuarto brillante

Ante Tomic ha acabado los primeros dos cuartos como máximo anotador del partido con 12 puntos. Pau Ribas, muy motivado, ha tomado el relevo del pívot croata después del descanso. El Barça ha vuelto del vestuario como una apisonadora. Y ha conseguido un parcial de 14-0 para empezar a teñir la final con los colores azul y grana (35-51). Adrien Moerman abría los brazos debajo de las dos canastas y mantenía la ventaja casi intacta. El Madrid se vaciaba en defensa, pero era incapaz de sumar para cambiar el signo del partido.

El Barça ha entrado en el último cuarto con 15 puntos de cojín (52-67). Pesic lo tenía todo de cara para acabar con los tres años de sequía de la sección. Víctor Claver marcaba diferencias en la canasta del Madrid y la intensidad de Rakim Sanders mantenía alerta al equipo. Un triple imposible de Adam Hanga ha custodiado los 15 puntos de margen a falta de seis minutos.

El Madrid cogía aire desde la larga distancia. Las muñecas de Rudy Fernández y Jaycee Carroll han situado el 70-80 en el marcador. La hoja de ruta de los blancos consistía en vaciarse tanto en ataque como en defensa. El Barça ha afrontado los últimos cuatro minutos con la idea de consolidar el resultado. Heurtel ha intentado congelar los ataques, pero no ha evitado que los blancos rompieran la barrera psicológica de los 10 puntos (75-83).

El partido ha muerto entre agonías. Cada posesión era un mundo. Y el Barça ha sobrevivdo con muchos problemas al asedio de un Madrid que ha tenido el título en las manos de Fabien Causeur. Los blaugrana aprovechan la Copa del Rey para levantar la voz y reivindicarse contra el eterno rival.