El Barça Lassa ha conseguido una victoria de prestigio en la pista del Real Madrid (80-84). Los catalanes se han impuesto a los madrileños en un partido muy igualado en que, una vez más, Doncic ha destacado. Moerman y Seraphin, con 19 y 15 puntos respectivamente, han decantado el duelo a favor de los intereses visitantes.

El nuevo proyecto de Sito Alonso ha recuperado muchas cosas que faltaron al Barça de Bartzokas, pero no ha podido poner remedio a la irregularidad. Los blaugrana han llegado al WiZink Center con siete victorias y seis derrotas en los trece partidos oficiales que han disputado esta temporada. El de hoy era un partido para dar un golpe sobre la mesa y legitimar las ideas del nuevo entrenador más allá de conseguir la victoria.

Competir como obligación

El curso es muy largo y la temporada regular sirve para tener un camino más o menos complicado en el play-off, pero también para prepararse para los momentos decisivos. Y el nuevo Barça ha demostrado que, después de los numerosos cambios de este verano (y la gran cantidad de lesiones que está sufriendo el Madrid esta temporada) puede competir contra uno de los mejores equipos de Europa.

Es difícil, sin embargo, ganar a un equipo tan compensado como el blanco cuando, además, este cuenta con la inspiración de Luka Doncic. El esloveno, que minuto tras minuto hace olvidar que sólo tiene 18 años, ha hecho una exhibición desde el primer minuto y ha desequilibrado, con 10 puntos, un primer cuarto muy igualado (19-18). Ni la presencia de 'General Managers' de algunas franquicias de la NBA que había en el pabellón lo ha puesto nervioso. Jugador de presente y (mucho) futuro.

Seraphin enseña el camino

Lucha y acierto. Kévin Séraphin ha descubierto la fórmula del éxito a sus compañeros de equipo y ha permitido que los suyos se marcharan al descanso con empate al marcador (45-45). Durante la primera mitad el pívot lo ha hecho todo: anotar (13), coger rebotes (5) y defender con mucha intensidad. Acompañado de Pau Ribas i Moerman en tareas ofensivas, y de Hanga en fase defensiva, el francés ha conseguido frenar a Doncic y arruinar el debut de Edy Tavares.

Evidentemente, superar a un equipo que todavía no ha sido derrotado esta temporada en competición nacional no es tarea sencilla. En la reanudación, la defensa blaugrana se ha aprovechado de un Randolph muy desacertado para focalizarse en Doncic. No obstante, Causeur y Campazzo se han apuntado a la fiesta y han neutralizado la gran aportación ofensiva de Moerman (19).

Con Doncic no es suficiente

De esta manera, el primer Clásico de la temporada ha llegado al último cuarto con empate en el marcador (61-61). Todo por decidir. Las alternancias en el marcador durante todo el partido han quedado atrás: los últimos diez minutos han servido para desequilibrar la balanza en el WiZink Center.

Doncic ha seguido a la suya y ha acabado con 20 puntos y 10 rebotes, pero no ha podido evitar la derrota de su equipo. Con una puesta en escena muy sólida (y, sobre todo, intensa), los de Sito Alonso se han acabado llevando el último cuarto y, en consecuencia, el Clásico (80-84). La victoria a domicilio de los catalanes, más allá de lo que supone a nivel anímico, ha servido para hacer creer a la afición en un proyecto que nada más acaba de nacer.