Aunque todo parecía indicar que el partido entre el Barça y el Las Palmas no se jugaría, la plantilla blaugrana ha pedido jugar a la junta directiva y esta ha reaccionado comunicando la celebración del mismo a puerta cerrada.

"El Barça condena las acciones llevadas a cabo hoy en muchas localidades de toda Catalunya para impedir el ejercicio del derecho democrático y la libre expresión de sus ciudadanos", ha comunicado el club catalán, y ha anunciado que la junta directiva ha decidido que el partido se jugará, "pero a puerta cerrada".

Bartomeu y los suyos se han enfrentado, hasta pocos instantes antes del inicio del partido, a un conflicto entre lo que quería la afición culé y lo que pedía la plantilla. Los primeros no querían que el fútbol fuera protagonista en un día en que tendría que pasar desapercibido y han llegado a amenazar al Barça con posibles invasiones del campo. "Hoy no toca jugar. En caso de que el FC Barcelona no suspenda el partido, lo haremos nosotros saltando al césped del estadio en el minuto 1", ha publicado la misma Grada de Animación. Por otra parte, los jugadores entendían que una decisión política no tenía que influir en su rendimiento deportivo.

Cabe recordar que el Las Palmas ha anunciado que disputará el partido con una camiseta especial, en la que se ha bordado una bandera española como crítica a "una consulta a la que nadie los ha convocado". "Creemos en la unidad de España", ha explicado el conjunto visitante en un comunicado.

La decisión del Barça ha provocado reacciones internas dentro del club. El vicepresidente responsable del Área de Relaciones Internacionales e Institucionales del Barça, Carles Vilarrubí, ha dimitido tras conocerse que el partido se disputaría a puerta cerrada.

La Liga insiste en la seguridad

La misma LFP ha hecho un comunicado esta tarde que no había ningún problema para disputarse el partido, defendiendo que en todos los casos no había riesgo de nada. "La seguridad del Barça y los Mossos han garantizado a LaLiga la seguridad de todos los aficionados que asistan a este partido y el normal desarrollo del mismo", han confirmado.

Con "contacto permanente" desde hace varios días con los cuerpos de seguridad y el club blaugrana, han insistido en las "garantías de seguridad". Además, han añadido que "no había motivo para el aplazamiento", a pesar de saber que coincidía con el referéndum de Catalunya y la movilización de todo un país.