El primer partido de Liga entre el Barça y el Girona en el Camp Nou pasará a la historia por la exhibición de fútbol de Leo Messi (6-1). El delantero argentino, vestido de superhéroe, le ha dado la vuelta el gol inicial de Portu con un doblete y una asistencia en una primera parte superlativa que ya forma parte de la hemeroteca del club.

Una montaña rusa

El planteamiento de Pablo Machín, entrenador del Girona, ha tenido éxito durante cinco minutos. Un despiste defensivo de Samuel Umtiti ha servido en bandeja el 0-1 a Portu. La gente todavía no había encontrado su sitio en el campo y el Barça ya perdía. Ernesto Valverde no se guardaba nada: Philippe Coutinho jugaba en el medio del campo y Ousmane Dembélé, en la delantera. Los millones, piensa, en el campo.

El Barça sabía que tenía en su mano las herramientas para darle la vuelta al marcador. Y lo ha hecho cuando ha encontrado a Messi. Entre líneas, el delantero argentino ha ofrecido una pequeña muestra del repertorio que tenía preparado para esta noche. Luis Suárez no ha desperdiciado su pase al espacio para empatar el partido. Sólo se habían jugado cinco minutos. Y ya se habían visto dos goles.

El Girona no se encogía haciendo buena la premisa de disfrutar con el partido. Portu era un dolor de cabeza para la defensa del Barça, que sufría cuando tenía que correr hacia atrás. Los sufrimientos, sin embargo, se han acabado cuando Messi lo ha decidido. Su genio ha entrado en combustión para detonar el resultado.

Sin precedentes

Messi tiene demasiado mal acostumbrado el público de un Camp Nou que hoy ha gritado 'libertad' con más fuerza que nunca. La reiteración de unas jugadas que sólo se ven en Barcelona pueden dormir los sentidos. Pero el mismo jugador se ha encargado de despertarlos de golpe.

Entre la defensa y el medio del campo del Girona, Messi ha encontrado un ecosistema que lo ha permitido lucir más que nunca. Él hacía y deshacía a su aire. Bernardo ha evitado su gol bajo los palos, pero nadie ha podido hacer nada para parar la tormenta. Suárez lo ha dejado solo contra tres defensas del Girona. Una situación de adversidad que ha superado a base de recortes y fantasía. Gol. El Barça ya ganaba.

Una falta en la frontal del área del Girona ha provocado el clímax de su obra. Messi se ha vestido de Ronaldinho aprovechando el salto de la barrera y haciendo el 3-1 con un disparo que no se ha levantado del césped. El público celebraba, con las manos en la cabeza, una jugada que ya había visto contra el Werder Bremen.

El Barça se ha aprovechado de su incandescencia para dejar el partido visto para sentencia antes del descanso. Messi ha puesto en marcha un contragolpe, después de romper una cadera, para asistir a Coutinho y provocar el segundo de Suárez, que sólo ha tenido que empujar el balón a la red. 45 minutos del mejor jugador del mundo en su máxima expresión. No hay táctica que pare la técnica de Messi. Al Girona sólo le quedaba aplaudir.

Dos goles y dos lesiones

El Barça había convertido en trámite la segunda parte. Coutinho y Dembélé la han afrontado como una especie de redención particular. Con espacios y el Girona ondeando la bandera blanca, los de Valverde tenían una oportunidad para que las estrellas, apagadas hasta ahora, ganaran confianza.

Gerard Piqué ha caído al suelo después de un choque. Las molestias en su rodilla vendada han derivado en una lesión que lo ha hecho abandonar el campo visiblemente cojo. Mientras tanto, Suárez seguía jugando su partido y hacía temblar el palo de Bono. Coutinho, con otra actitud, se ha fabricado un espacio para calcar la jugada con la que había hecho fortuna en Anfield. Su disparo de rosca, desde el vértice del área grande, ha acabado en el 5-1.

Suárez, incisivo, ha conseguido su 'hat-trick' gracias a una asistencia de Dembélé, protegido por compañeros y afición. El Barça no ha podido acabar el partido con 11 por la lesión de Nélson Semedo. Un tirón muscular le ha dejado fuera de combate en un tramo final que ha enaltecido a Ter Stegen y donde ha resonado con fuerza el eco del partido de Messi.