El Chelsea, rival del Barça en los octavos de la Champions

El sorteo de la Champions League celebrado en Nyon ha determinado que el Chelsea será el rival del Barça en los octavos de final. El primer partido de la eliminatoria se jugará el 20 de febrero en Stamford Bridge mientras que la vuelta del 14 de marzo tendrá como escenario el Camp Nou.

Londres, primera parada del tren hacia Kiev

Había un 41,3% de posibilidades que se produjera esta eliminatoria y la realidad no ha contradicho a los números. El Barça ha iniciado un viaje que quiere alargar hasta el 26 de mayo de 2018. Para conseguirlo, sin embargo, tendrá que superar con éxito la primera parada de la travesía. En un cruce que significará el retorno de Pedro y Cesc Fàbregas al Camp Nou, los de Valverde se enfrentarán al actual campeón de la Premier.

Los de Antonio Conte estuvieron a un nivel increíble durante la pasada temporada, pero no han conseguido mantenerlo en el inicio del curso 2017/18. Prueba de eso es que en la liga inglesa están a catorce puntos del líder, el Manchester City, y que 10 victorias, 2 empates y 4 derrotas en 16 jornadas (en las que han marcado 28 goles y han encajado 13) no son registros de líder.

En la Champions, el Chelsea tampoco puede tirar cohetes. A pesar de empezar la competición con muy buen pie goleando al Qarabag y asaltando el Wanda Metropolitano, los ingleses se desinflaron y no consiguieron ser mejores que la Roma en las seis jornadas. Además, en el Olímpico encajaron una derrota dolorosa por 3-0.

Hazard y el esquema de tres centrales son la amenaza

Si alguna cosa define la etapa de Conte en Stamford Bridge es el esquema de tres centrales y dos carrileros. Con una alineación en que destacan Cahill y David Luiz en el eje de la defensa, Marcos Alonso y su gran rendimiento por la izquierda y la pareja Hazard-Morata como grandes referentes ofensivos, el Chelsea se caracteriza por ser un equipo muy vertical y que saca provecho de las acciones a pelota parada.

Kanté y Bakayoko, sin embargo, son jugadores que sufren en la fase de creación ofensiva, hecho por el cual este es uno de los principales defectos de los blues. Cesc Fàbregas está muy solo. El Barça puede aprovechar eso y encerrar a su rival en campo contrario, pero tendrá que estar muy atento a los espacios que deje en su espalda: al final, el adversario no deja de ser inglés y la velocidad en las transiciones no la negociará.

Unos precedentes pesimistas

Que el Barça no ha tenido suerte en el sorteo, sin embargo, es algo que se puede observar mirando los números de los blaugrana contra los londinenses (en los últimos siete partidos, cinco empates y dos derrotas). Los culés no ganan contra el rival al cual se tendrán que enfrentar desde el 2006, año en que, con Ronaldinho y compañía, los de Frank Rijkaard acabaron alzando el trofeo de la máxima competición internacional entre clubs.

Con Guardiola en el banquillo hay dos precedentes, uno para sonreír y el otro para desesperarse. En el primer año del de Santpedor, Iniesta selló la clasificación para la final con un gran gol en el tiempo de descuento, pero en la última temporada del técnico catalán (2011/2012) un Chelsea rocoso sacó de quicio (y eliminó) a los catalanes. Ambas eliminatorias fueron semifinales; y el ganador de cada una consiguió coronarse como campeón en Roma y Munich, respectivamente.

Una eliminatoria de 180 minutos

Valverde y sus futbolistas lo tienen que tener muy claro: los octavos de final se jugarán en dos partidos, hecho por el cual si no pueden conseguir un buen resultado a domicilio al menos tienen que llegar con opciones al Camp Nou. El Barça no se puede permitir el lujo de repetir los mismos errores de la temporada pasada, en la que el 4-0 en París y el 3-0 en el Juventus Stadium resultaron devastadores. Una remontada heroica evitó la derrota contra el PSG, pero no se pudo repetir el hito contra el conjunto italiano.

El Chelsea pondrá a prueba la competitividad del conjunto blaugrana, que todavía no ha perdido ningún partido pero tampoco ha sido capaz de ganar en grandes escenarios como el Wanda Metropolitano, el Juventus Stadium o Mestalla. La victoria en el Estadio de la Cerámica de este domingo tiene que significar un punto y aparte en este aspecto, y el partido contra el Real Madrid antes del parón navideño es una buena oportunidad para poner a prueba el nivel del equipo.

PSG-Reial Madrid, el otro gran duelo de los octavos

El Barça-Chelsea no es la única eliminatoria emocionante de los octavos de final. El Juventus-Tottenham también promete lucha y el PSG-Reial Madrid es el partido más atractivo de la primera parte de la última fase de la Champions.

El Sevilla tampoco ha tenido suerte y tendrá que competir con el United para el billete a cuartos, mientras que el City de Guardiola y el Bayern respiran tranquilos al ver que han estado los grandes favorecidos: Basilea y Besiktas, respectivamente, serán sus contrincantes.