Primera prueba de fuego para el Barça. Todo o nada en la Copa del Rey contra el Celta de Vigo (21.30 horas / GOL). Los blaugrana afrontan el partido de vuelta de los octavos de final con una ligera ventaja por jugar en el Camp Nou después del empate con goles de la ida (1-1). Sin embargo, Ernesto Valverde no se confía y busca alargar la racha de 27 partidos sin conocer la derrota.

La primera eliminatoria

El 8-0 global contra el Murcia en el estreno de la Copa sólo sirvió para que Jose Arnaiz ocupara las portadas de los diarios. Poca competitividad, minutos para los jugadores menos habituales y un ejercicio de profesionalidad del equipo de Valverde. Ahora, contra el Celta, es completamente diferente.

Los gallegos, como ya demostraron en el partido de Liga en el Camp Nou, están plenamente capacitados para descarrilar a los blaugrana en su defensa del título. El Barça sigue arrancando páginas del calendario de la Liga con la sensación de tenerla ganada a mediados de enero. La solidez defensiva lo ha catapultado hacia unos registros que no resisten comparación.

El partido de Vigo dejó claro que Juan Carlos Unzué sabe como atacar la salida de balón del Barça. El Celta domina diferentes registros, sale rápido al contragolpe y hace de la presión alta uno sus signos de identidad. Iago Aspas aglutina gran parte del talento de un equipo con recursos para adaptarse a los escenarios de 90 minutos decisivos.

La trayectoria casi inmaculada del Barça puede quedar manchada esta noche si no supera la eliminatoria. El equipo no pierde desde el 16 de agosto y los 27 partidos seguidos combinando victorias y empates quedarían en una anécdota.

Ganar o ganar

Valverde sabe que el Celta siempre marca como visitante. Y también sabe que al Barça no le vale un empate con goles para clasificarse de manera directa. Por eso, lo más lógico es que el técnico extremeño apueste por proteger el medio del campo y minimizar los espacios.

En la primera alineación decisiva de la temporada, parece seguro que Paulinho será uno de los once elegidos. El mediocampista brasileño ha convencido a la opinión pública a base de goles (siete) y rendimiento. Su perfil es único en la plantilla y eso lo ha convertido en indiscutible. La entrada de Paulinho podría provocar la salida de Ousmane Dembélé, en pleno proceso de recuperar el tono físico después de una larga lesión, y el retorno del 4-4-2.

Valverde ya ha demostrado que no le tiembla la mano cuando tiene que variar el tradicional esquema del Barça. Y reconoce que es más de jugadores que de sistemas. Blindando a Sergio Busquets, que vuelve después de la sanción en la Liga, se otorga plenos poderes en ataque a Leo Messi y Luis Suárez. El acierto de los dos amigos explicará buena parte del éxito de un equipo que volverá a confiarle la portería a Jasper Cillessen.

Los once de El Nacional

Apuesta FCB CIELO