Leo Messi no ha sido suficiente. En un mediodía gélido en Barcelona, el Celta de Vigo ha conseguido un meritorio empate contra el Barça, que vuelve a dejarse puntos por segunda jornada consecutiva (2-2). La racha de imbatibilidad blaugrana se alarga hasta los 21 partidos. Y lo hace con la mala noticia de la lesión muscular de Samuel Umtiti.

Unzué, un estudioso

Ernesto Valverde ya lo avisó. El técnico blaugrana no tenía ninguna duda que los conocimientos de Juan Carlos Unzué suponían un handicap. Unzué, mano derecha de Luis Enrique en las últimas tres temporadas, sabía cómo hacerle daño al Barça. Los gallegos, que no rechazaban la posesión de balón, han tenido que adaptar el guion a los dos minutos. La lesión en el hombro del central Sergi Gómez ha motivado el primer cambio del partido.

A pesar del contratiempo, el Celta ha seguido interpretando la misma partitura, evidenciando síntomas de haber preparado, y mucho, el concierto. El Barça era incapaz de instalarse en el campo contrario y su presión era menos efectiva, dejando resquicios en el medio del campo. Paulinho volvía a ser la punta del rombo en el 4-4-2, por detrás de Messi y Luis Suárez.

Un error de Gerard Piqué ha acabado con el 0-1. Daniel Wass ha filtrado un pase al espacio para la carrera de Iago Aspas. Piqué ha querido dejar al delantero en fuera de juego, pero lo ha hecho tarde y mal. Ter Stegen ha detenido el disparo de Maxi Gómez, pero el rechace ha caído en los pies de Aspas, que ha marcado a placer.

El orgullo de Rijkaard

Messi era la mejor noticia del Barça. Y ha sido la chispa que ha provocado la reacción del equipo. El '10' ha encadenado jugadas de orfebrería con un abanico de infinitos recursos técnicos. Túneles, movimientos sin pelota, pases de 40 metros... y ha levantado de su asiento a los poco más de 63.000 espectadores que habían decidido retar al frío.

Dos minutos más tarde del gol de Aspas, el Barça ha hecho el 1-1. Reacción de líder. Messi ha cazado una pared larga entre Paulinho y Luis Suárez en el balcón del área del Celta para empatar el partido con un disparo cruzado. Frank Rijkaard, decisivo en la prolífica carrera del argentino, disfrutaba con su exhibición desde la grada.

El gol ha activado al equipo, que ha empezado a encontrar espacios donde antes sólo había camisetas de color azul celeste. Parecía que el segundo acabaría llegando por la inercia de los dos equipos. El Celta sufría más en defensa y el árbitro lo ha mantenido con vida anulando mal un gol de Suárez. El Barça no ha sabido aprovechar unos minutos de dominio absoluto y se ha marchado al vestuario con el 1-1. Unzué aguantaba las embestidas de Messi, que ha sumado otro palo a su colección.

La sociedad Messi-Alba

Valverde no lo esconde. Y reconoce que la conexión entre Messi y Jordi Alba es una de las principales armas del equipo. Los rivales lo saben pero no consiguen defenderla. Cuando el partido corría el riesgo de enquistarse, el Barça ha vuelto a encontrar la solución en las botas del delantero argentino. Messi ha vuelto fregar la lámpara para inventarse un pase entre líneas a Alba. El lateral, al primer toque, ha habilitado a Suárez para que hiciera el 2-1.

El equipo volvía a encenderse, encadenando ataques y pisando el área del Celta en cada jugada. Rubén Blanco, portero de los gallegos, ha evitado que el partido quedara visto para sentencia. La lesión muscular de Samuel Umtiti ha llegado en el peor momento. En una carrera con Aspas, el central del Barça ha notado un tirón en la parte posterior del muslo y ha dejado vía libre a Maxi para empatar el partido.

El Barça tenía poco más de 15 minutos para recuperar los tres puntos. Piqué ha enviado al palo el 3-2. El equipo generaba ocasiones y tenía motivos para creer. Messi no ha acertado a rematar entre los tres palos y Ter Stegen salvaba el remate de Sisto. El partido no tenía amo y se jugaba en las áreas. El público empujaba y el Celta arañaba segundos en cada jugada. Hasta el minuto 95.

Una falta de Messi ha sido el preludio de un silbato final que ha premiado el planteamiento de Unzé y ha castigado, en exceso, la falta de puntería del Barça.