El Barça demuestra que tiene la ambición de ganar y que cada punto es imprescindible para ganar una nueva Liga. Esta vez, contra el gran rival, se ha insistido y finalmente se ha ganado al Atlético de Madrid (2-0). Los goles de Luis Suárez y de Leo Messi en los últimos diez minutos acercan cada vez más el primer título.

Ganas de Liga

Once de gala para el Barça contra un Atlético de Madrid que tampoco se ha reservado nada. Calidad y automatismos para los blaugrana; y agresividad y lucha para los colchoneros. Nadie se ha querido perder la gran cita de la Liga, con el título en juego entre el primer y el segundo clasificado.

Pero si desde las gradas del Camp Nou hace tiempo que se reivindican libertades sociales, desde el césped se reivindica fútbol. El Barça de Ernesto Valverde no es regular, pero sí juega bien cuando Messi quiere, y todavía más cuando el equipo lo acompaña. Esta vez, a pesar de perder la posesión en los primeros quince minutos, se ha demostrado una ambición de títulos que hace años que este equipo enseña que tiene.

Suarez barça efe

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Con Messi como director de orquesta, el equipo ha jugado como él quería. Se movía desde la banda derecha a la zona de medios y llegando hacia la zona de Coutinho, en el extremo opuesto. Comandando el fútbol blaugrana, pero siendo acompañado por un Luis Suárez que se ha mostrado trabajador y un Coutinho consolidándose en el once titular antes del retorno de Dembélé.

Una expulsión

El Barça ha tenido las mejores ocasiones, pero un inconmensurable Oblak o el mismo palo en una jugada de Jordi Alba han desvanecido las alegrías de los culés. El conjunto de Valverde ha ido llevando el partido allí donde quería, con el control y la posesión, hasta que el polémico Diego Costa ha perdido los papeles.

El partido ha cambiado de manera radical cuando el delantero colchonero ha sido expulsado justo antes de la media hora de partido. Momento en que se ha enfrentado con el árbitro, que no ha perdonado sus insultos y ha acabado en la calle.

Diego Costa Gil Manzano Barca Atletic EFE

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Y si la pelota era blaugrana, desde entonces el panorama se ha convertido en un monólogo del Barça. Y el Atlético, que ya hacía rato que perdía tiempo, se ha acabado de cerrar en torno a su área. El Cholo Simeone ha optado por su naturaleza conservadora, por no arriesgar y dejar el partido abierto hasta el final para poder sorprender en una jugada aislada.

Pensando en la Champions

Y poco a poco el Barça se ha ido enrabiando. La pelota no sirve para nada si no va acompañado de los goles. Y menos si quiere sentenciar la Liga contra el máximo rival. Disparar a portería y marcar es la fórmula del éxito. Viendo que el Atlético sólo se escondía, han llegado los riesgos. Valverde ha apostado por Malcom y Aleñá para aportar profundidad. Y lo han conseguido, pero aún no el gol.

Hasta que en el minuto 85 ha cambiado el discurso. Luis Suárez, el futbolista que se ha acostumbrado a arreglar los partidos, se ha inventado un gran disparo desde la frontal del área que ha tocado al palo y ha acabado en el fondo de la portería. El muro de Oblak, que parecía inexpugnable después de su exhibición esta noche en el Camp Nou, se ha resquebrajado. Y aprovechando la grieta, el Barça se ha puesto en modo Champions y un minuto después Messi ha resuelto con el segundo gol al contragolpe. Con la fortuna de los rebotes ha entrado dentro del área con la pelota controlada y ha resuelto con delicadeza.

Messi Rodri Barca Atletic EFE

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El equipo culé sigue sumando y distancia al Atlético a 11 puntos. El Camp Nou ya canta el clásico "campeones, campeones". Y si el Barça no falla, la Liga se podría celebrar en el Camp Nou el próximo 27 de abril contra el Levante.