Aurora Catà, expresidenta de Barcelona Global y consejera independiente de grandes empresas, actualmente es vicepresidenta de la America's Cup Event Barcelona, la empresa organizadora de la 37ª edición de la Copa América de vela, que se celebra en Barcelona por primera vez en la historia. En el marco de la Regata Preliminar de Vilanova i la Geltrú, que da el inicio a las competiciones en aguas catalanas, ha atendido a ElNacional.cat, con quien ha hablado de la actual edición de la competición deportiva más antigua del mundo.

Aurora Catà / Foto: Carlos Baglietto
Aurora Catà, en la base de operaciones de la Copa América de vela en Vilanova i la Geltrú / Foto: Carlos Baglietto

Después de muchos meses de preparación, ¿ya se puede decir que oficialmente empieza la Copa América?
Por supuesto se puede decir que por fin empieza la Copa América de vela. Es el kick-off de este gran acontecimiento. Un momento muy importante, porque no solo es el inicio, sino que desde varios puntos de vista tiene una singularidad especial. Es el kick-off, pero también es el único momento donde verás a los seis grandes equipos compitiendo con el mismo barco. Por lo tanto, de alguna manera el foco es la parte deportiva y será el único momento en esta regata, en la regata de Jiddah y en la que habrá justo antes de empezar las regatas finales, donde se verán los equipos compitiendo en igualdad de condiciones.

¿Cómo ha sido este proceso para tenerlo todo a punto para el inicio de la competición?
Ha sido un proceso intenso, pero hoy estamos todos muy satisfechos porque esto está empezando. Está yendo muy bien... pero se ha basado mucho en una colaboración muy estrecha de todas las partes implicadas, donde todo el mundo ha aportado lo mejor de sí mismo y realmente lo ha hecho posible en un tiempo récord. Porque es muy poco tiempo para preparar un acontecimiento, y todavía nos queda, por suerte, un año por delante. Este trabajo en equipo ha sido la base para que hayamos podido llegar aquí con este primer día tan exitoso. Y es como el pilar de todo lo que vendrá en este año. Y la base es esta colaboración de todas las instituciones, de la sociedad civil, con las instituciones públicas, de todo el equipo que ha trabajado... Ha sido realmente posible gracias a esto.

Aurora Catà / Foto: Carlos Baglietto
Aurora Catà hablando en el micrófono de ElNacional.cat / Foto: Carlos Baglietto

Los equipos también hace tiempo que están instalados en Barcelona, ¿como los has visto?
Primero, todo el mundo muy feliz de estar en Barcelona. Barcelona es una grandísima ciudad, como sabéis, muy acogedora, muy abierta, donde todo el mundo se ha encontrado muy bien y donde todo el mundo ha encontrado muchas facilidades. Por lo tanto, no sé si la palabra es nerviosos, pero esta competición entre ellos es evidente que está. Algunos llevan mucho más tiempo entrenando ya en las aguas de Barcelona, pero te diría que están emocionados, contentos y con un reto por delante que es ganar la Copa, que no es un reto menor.

Y ahora falta que se pongan en el agua y empiecen a competir de verdad...
Esta pre-regata, de hecho, será la primera puesta en el agua de competición de verdad y, por lo tanto, tiene este interés, además que lo hacen en los mismos barcos. Pero sí, llevan meses entrenando y ya lo habéis visto en la rueda de prensa con los skippers, que con muchas ganas, muy contentos, pero compitiendo entre ellos, que es de lo que se trata.

¿Hay alguien favorito en esta primera regata?
Diría que es difícil. Cada uno supongo que ve a su equipo o a sus equipos como más preparados. Diría que estas pre-regatas serán justamente un momento de ver las diferencias. Y todavía queda un año. Por lo tanto, hay mucho trabajo que hacer, hay mucho que desarrollar, está todo el diseño de los barcos todavía para acabar de afinar... Queda mucho, mucho, mucho, para realmente poder hacer previsiones de cara a la Copa. Hay un gran equipo favorito, que es el Team New Zealand, y creo que además es un equipo magnífico, pero los otros son grandísimos challengers también. Es difícil hacer un pronóstico.

 

Y ya a finales de año hay la segunda regata en Arabia Saudí para después ya volver a Barcelona...
Las bases de lo que se tiene que hacer ya están puestas. Y, de hecho, Vilanova es un gran test de estas fases, y ya ves que todo está funcionando muy bien. Después hay mucho trabajo que hacer porque se tiene que construir un acontecimiento que no son cuatro días, sino que son casi dos meses y medio, 68 días. Esto son muchas cosas, es otra dimensión. Se espera muchísima gente. Las estimaciones que se han dado, claro que es un acontecimiento muy largo, hablan de dos millones o dos millones y medio de visitantes. Con un concepto de competición de regatas semanales que van los miércoles, los viernes, los sábados y los domingos. Por lo tanto, estancias largas, eventos en paralelo que irán pasando, la promoción cultural de la ciudad... hay una agenda muy intensa e interesante para los que quieran venir más allá también de las competiciones.

¿Y, por último, desde la organización cómo veis el recibimiento que ha tenido la Copa América en Barcelona, Vilanova y también en Catalunya, en general?
Diría que el recibimiento no puede haber sido mejor. Yo digo que la Copa representa una serie de valores como son una parte de tecnología y de innovación donde Barcelona y Catalunya históricamente han sido innovadoras, rompedoras con la historia en general. Hay un concepto de diversidad que es otro de los valores que como país también defendemos. Hay un concepto de inclusividad, es una Copa que está abierta a todo el mundo, que no tiene ticket. También alineados con los valores de la ciudad. Y hay un concepto de sostenibilidad, que se presentó en un acuerdo con ACCIÓ, en el cual está todo el proyecto del primer barco foil con hidrógeno verde, que también se estrena en Barcelona. Diría que más alineada la ciudad no puede estar con los valores de la Copa y, por lo tanto, es una grandísima oportunidad para sumarnos a este acontecimiento internacional y para dar a conocer todo lo que somos internacionalmente. Que ya se conoce, pero déjame recordarlo si hace falta.