El Atlético de Madrid ya sabe cuál será el destino de Diego Simeone cuando concluya su larguísima etapa en el banquillo rojiblanco. Y es que, según ha reconocido el propio entrenador argentino, su intención firme es dirigir al Inter de Milán, el otro gran amor de su vida futbolística. Lo dijo sin tapujos en la previa del partido de Champions, dejando claro que su futuro está, más tarde o más temprano, pintado de neroazzurro.
Simeone apunta directamente al Inter
De este modo, el mensaje de Simeone no deja lugar a dudas: quiere entrenar al Inter, lo siente como algo natural, casi inevitable. La realidad es que en el Atlético ya han asumido esta posibilidad y entienden que su ciclo, aunque histórico, no es eterno. Y es que el argentino ha repetido a su entorno más cercano que cuando llegue la hora de cerrar su etapa en Madrid, su deseo es aterrizar en San Siro para iniciar un nuevo capítulo con un club que también considera su casa.
En Italia, además, ven con excelentes ojos su regreso. El Inter sabe que Simeone aportaría carácter, disciplina, competitividad y una mentalidad ganadora que encaja a la perfección con la identidad del club. El argentino, por su parte, se visualiza liderando un proyecto ambicioso, peleando por títulos y recuperando la esencia de aquel equipo en el que fue ídolo como jugador.
Un plan definido con la selección en el horizonte
Y es que el propio Simeone ha deslizado que su futuro a medio plazo está dividido en dos etapas: primero el Inter, después, quizá, la selección argentina. La realidad es que el Cholo no esconde que algún día le gustaría dirigir a la Albiceleste, pero entiende que ese desafío llegará en su momento, sin prisas, cuando el ciclo europeo haya encontrado su cierre natural y tenga que dar el paso al fútbol de selecciones.
El Atlético, mientras tanto, observa cómo se acerca lentamente un cambio histórico en su banquillo, aunque sin una fecha definida. Simeone ha construido una era, ha transformado al club y ha dejado un legado incuestionable, pero también siente que necesita una nueva motivación, un nuevo escudo que defender y un nuevo desafío que lo empuje a seguir creciendo como entrenador.
Así pues, el Inter de Milán se perfila ya como el próximo destino del técnico más influyente de la historia moderna del Atlético. Una decisión que él mismo ha insinuado con claridad y que, salvo giro inesperado, marcará el próximo gran movimiento en los banquillos europeos.
