Jornada 4 de la Liga Santander y el Real Madrid ya ha dejado escapar al Barça. Primeros dos puntos que se deja el conjunto blanco después de empatar en San Mamés contra el Athletic Club. Un gol de Muniain en la primera mitad y otro de Isco en la segunda han acabado con la racha victoriosa del Madrid (1-1).

Control sin gol

El Madrid ha salido con un once prácticamente de gala, pero sin Casemiro, y con Ceballos, y con Courtois de titular. Y con esto demostraba que no quería sorpresas. Un equipo de tocadores para tener el balón y una posesión que no se ha escapado.

El dominio era de los de Julen Lopetegui, el peligro también, pero las figuras estaban en el bando rival. Unai Simón, el joven portero vasco de 21 años, se ha erigido como la gran estrella del partido. Incuestionable bajo palos, sabiendo antes de tiempo qué harían todos los atacantes del Madrid y demostrando su valía con paradas espectaculares.

El conjunto madridista ha ido a remolque de su posesión y de los permisos que les dejaba Unai. Y con esta fase del partido controlada, el Athletic Club ha decidido atacar con el arma que les quedaba: la contra. Muy bien cerrados detrás y desvaneciendo el peligro rival, los vascos han aprovechado la velocidad de Iñaki Williams, Susaeta y Muniain para hacer daño.

Poco a poco iban erosionando la confianza defensiva de los futbolistas del Madrid. Pequeños errores de los blancos, presión alta de los locales y también algunas ocasiones de peligro del Athletic. Courtois no ha sufrido en exceso hasta que en una jugada con lío dentro del área blanca, Muniain ha marcado el primer gol del partido en el minuto 32 de juego.

Primera sorpresa, y el Madrid a remar a contracorriente. Mucha pelota, mucho dominio y muchas ocasiones de los blancos, pero el gol no llegaba.

Justicia blanca

Pero si los errores de los defensas del Madrid erosionaban la confianza de sus jugadores, lo que sí erosionaba ha sido la constancia en ataque de los de Lopetegui. Jugada tras jugada, ataque tras ataque, disparo tras disparo, y Unai Simón no ha podido ser infalible.

Ya en el minuto 64 y después de la entrada de Casemiro e Isco, el Madrid ha aprovechado una buena combinación de banda para empatar el partido. El goleador ha sido precisamente Isco, que justo hacía tres minutos que había entrado. Bale centra y el malagueño remata de cabeza desde el área pequeña. Gol merecido, justicia blanca, y la remontada empezaba a sobrevolar San Mamés.

El Madrid ya pensaba en la fórmula Barça en Anoeta. Encajar un gol al principio, después dos goles para remontar y tres puntos hacia casa. Pero el partido se ha oscurecido. Entradas duras, juego trabado, un ir y volver constante, pero también muchas ocasiones de gol.

Al final, a pesar de la insistencia del Madrid y de merecer un segundo gol, la posesión, las ocasiones y el buen juego han sido estériles. Empate en San Mamés, un punto por banda y el Barça ya se escapa para ser líder en solitario de la Liga. El Madrid pincha por primera vez en la competición de la regularidad y el Athletic se sitúa en zona Champions (con un partido menos).