El Athletic de Bilbao vuelve a demostrar que su proyecto deportivo no se negocia a cualquier precio. Y esta vez, sorprendentemente, el protagonista no es Nico Williams, sino otro de los talentos que más ilusión generan en San MamésMikel Jaureguizar. El joven mediocentro, uno de los mayores proyectos de futuro del club, se ha convertido en objetivo prioritario de varios equipos de la Premier League, que han puesto encima de la mesa cantidades difícilmente ignorables. Pero en Bilbao tienen claro que su salida no está contemplada de ninguna de las maneras.

Un mediocentro que enamora en Inglaterra

A sus pocos años en la élite, Jaureguizar ya se ha ganado el respeto de todo el fútbol español. Su mezcla de madurez táctica, despliegue físico y personalidad con balón lo han colocado como un mediocentro de esos que marcan época si el desarrollo acompaña. Y, como ocurre cada vez que surge un talento así, la Premier ha olido la sangre.

Según fuentes inglesas, clubes importantes del top-8 de la liga británica han preguntado por él durante las últimas semanas. Es más, uno de esos clubes llegó a poner 60 millones de euros sobre la mesa, una cifra que, para un jugador tan joven, habla por sí sola del potencial que ven en él. Sin embargo, el Athletic no dudó ni un segundo. La respuesta fue un no rotundo. Ni negociaciones, ni reuniones, ni contraofertas. Simplemente, no está en venta.

Jaureguizar, además, está feliz en Bilbao. Se siente importante, arropado y parte central de un proyecto que sigue creyendo en el crecimiento desde dentro. Y esa estabilidad personal es otro factor decisivo para que el club no contemple su salida, ni siquiera ante ofertas tan potentes.

Un pilar del futuro que el Athletic no puede permitirse perder

En San Mamés tienen claro que Jaureguizar no es solo presente, es futuro. Su marcha implicaría un descenso de nivel demasiado fuerte en una zona clave del campo, un vacío que sería prácticamente imposible cubrir aplicando la filosofía del club. El Athletic sabe que, sin futbolistas de este perfil, el techo competitivo se reduce de forma drástica.

Además, la situación deportiva del equipo invita a seguir apostando por sus jóvenes joyas. La ambición es real, la posibilidad de pelear por Europa está viva y la idea de vender a una de sus piezas más valiosas simplemente no entra en los planes. Mantener a Jaureguizar es mantener identidad, competitividad y proyecto. Así pues, el Athletic ha dejado un mensaje claro al mercado: para llevárselo hará falta mucho más que dinero. Y, por ahora, nadie parece capaz de igualarlo.