El balance de Andy Murray, primera raqueta mundial desde hoy lunes, contra los tres anteriores números uno puede llegar a engaño. Con los tres grandes del tenis moderno ha perdido más que ha ganado. Con Novak Djokovic, al que acaba de destronar, tiene 24 derrotas y 10 triunfos; con Rafa Nadal suma 17 derrotas y 7 victorias; y con Roger Federer tiene un marcador de 14 derrotas y 11 triunfos. Pero hoy, él, Andy Murray, 29 años, británico, de Escocia, está por encima de ellos. Es el nuevo número uno del tenis mundial. Es el cuarto hombre.

Un superviviente

La vida de Murray podría ser fácilmente una historia que los de Monty Python tendrían que llevar a las pantallas. No ha sido fácil, pero tiene un final, de momento, muy feliz, ejemplar, educativo.

Murray era un niño cuando un asesino entró en el colegio donde estudiaba y mató a punta de tiros a 16 niños y un adulto. Andy y su hermano, al oír los disparos, se escondieron debajo de la mesa del despacho del director. La masacre sucedió el 13 de marzo de 1996. Murray nunca quiere hablar de ella. Prefiere olvidarla.

En la academia Sánchez-Casal

Andy Murray, 29 años, entrenado en sus comienzos por su madre Judy, después pasó por la academia de Emilio Sánchez y Sergio Casal para aprender más a jugar sobre tierra, fue uno de los primeros tenistas que contrataron a una mujer como entrenadora (la extenista Amélie Mauresmo), y finalmente se decidió por alimentarse de las enseñanzas de un mítico como Ivan Lendl.

Y con Lendl comenzó todo a partir del 2012.

Dicen que el destino no se sirve a domicilio. Que hay que ir a buscarlo. Y eso fue exactamente lo que practicó Murray. Cuando el domingo conquistó en París el octavo título de la temporada, el escocés reconoció que alcanzar la cima no era el premio de un año de sacrificio, sino de muchas temporadas buscando mejorar, intentando llegar lo más lejos posible.

Por fin, esta temporada Murray logra su objetivo por el que ha sido felicitado por todos sus grandes rivales, entre ellos Rafa Nadal, e incluso del grupo musical de Coldplay.

Nieto de futbolista y aficionado del Glasgow Rangers, amante del boxeo y fan de los Miami Heats, Murray, a sus 29 años, se ha convertido en el primer británico que conquista la cima del tenis mundial. También es el número uno de mayor edad después del australiano John Newcombe, que lo hizo con 30 años en 1974.

Perseverante, luchador y creyente en sus facultades, Andy Murray ha logrado un sueño que ni su propia madre podía imaginar cuando lo inició en el deporte. Ella misma pensaba que Jamie, número uno en los torneos de dobles, era mejor que Andy.

Parecía que con la decadencia de Federer y las lesiones de Nadal, Djokovic iba a reinar eternamente. Sin embargo, Murray ha ido poco a poco mejorando su nivel, sus golpes, sus movimientos en la pista, su mentalidad hasta el punto de dejar de parecer un perdedor a convertirse en un ganador de Grand Slam, de dos oros olímpicos y el nuevo rey del tenis mundial. El auténtico Lord de la raqueta.