El Barça sigue cayendo en barrena, sin una dirección fija, sin poder hacer nada para evitarlo. El FC Barcelona cae en picado y quien está a los mandos, Xavi Hernández, no es capaz de enderezar el rumbo, de dar con la tecla para hacer que, prácticamente, el mismo equipo que el año pasado ganó LaLiga, esta temporada funcione. Los catalanes se ven superados y, por el momento, el egarense no parece tener idea de como levantarlo.
A Xavi se le acaba un crédito que, se llenó en su llegada al Camp Nou, en un Barça post Messi, con un Ronald Koeman en los banquillos que salió por la puerta de atrás. El de Terrassa salvó la papeleta y, al año siguiente, se llevó LaLiga. Pero en un club como el blaugrana no hay memoria, ni tampoco paciencia. Tras el último empate ante el Valencia, el técnico culé está más en el alambre que nunca.
El Clásico, el principio del fin
El último enfrentamiento ha sido solo la punta del iceberg, la gota que ha colmado el vaso, pero para encontrar el principio del fin para Xavi hay que remontarse un poco más atrás. La grieta, en concreto, tiene que ver con Carlo Ancelotti y el Clásico, cuando empezó a gestarse la crisis.
Aquella derrota supuso mucho más que perder 3 puntos ante tu máximo rival. Aquel tropiezo significó el inicio de unas turbulencias de las que no ha sido capaz de salir el equipo blaugrana y la pérdida de contacto con los dos conjuntos que lideran LaLiga EA Sport.
Después de realizar una gran primera parte, y un buen tramo en la segunda, el FC Barcelona se deshizo al final, concediendo dos goles que acabaron de hundirlo. El 1 - 2 en Montjuic afectó en la moral y la confianza de un Barça que, desde entonces, solo ha sumado 11 puntos de 21 posibles, números muy alejados de los de un campeón.
El Barça se deshace
El equipo de Xavi ha perdido eficacia en el área rival, pero también en la propia. Ni marca como antes, ni es capaz de defender los resultados positivos como el de Mestalla, cuando se puso por delante. Tampoco convence el discurso, que se tacha de falta de autocrítica.
Lo que es cierto, tangente, es que el conjunto blaugrana puede acabar la jornada 17 a 9 puntos del Girona si los de Michel hacen los deberes, a solo dos jornadas del final de la primera vuelta. A los empates ante Getafe, Mallorca o Granada, se le suma la derrota en el Clásico, y su posterior crisis.
Ante el Real Madrid, los culés empezaron a caerse. Desde entonces, como decíamos, solo 11 puntos de 21 posibles, con un empate en Vallecas ante el Rayo Vallecano (1-1) o la contundente derrota en Montjuic ante el Girona (2-4), además del empate en Mestalla (1-1).