El Girona ha perdido contra el Alcorcón en Santo Domingo (2-0) en el último partido de la fase regular de la Liga SmartBank y disputará el play-off como quinto clasificado. Su rival en la primera eliminatoria será el Almería, cuarto, y es que los andaluces han sido incapaces de superar al Málaga en casa. 

La incógnita, a estas alturas, es saber cuándo se podrá disputar la fase de ascenso. El Fuenlabrada, equipo que aspiraba al sexto lugar, no ha podido jugar su partido contra el Deportivo por un brote de coronavirus en la plantilla, de manera que todo indica que el play-off quedará paralizado hasta que los madrileños disputen el partido aplazado.

Un experimento que no funciona

Francisco sabía que el play-off estaba ligado y, por lo tanto, ha decidido reservar diversas de las piezas clave del equipo y utilizar el duelo contra el Alcorcón para hacer pruebas. El tercer lugar estaba en juego, pero aun así el técnico andaluz no ha querido poner toda la carne en la parrilla.

Así, el entrenador del conjunto gerundense ha apostado por primera vez por un sistema de tres centrales con carrileros, una fórmula que Juan Carlos Unzué y Pep Lluís Martí ya habían probado. Samu Saiz, Borja García, Àlex Granell y Cristhian Stuani no han formado parte del once y hombres como Brian Oliván, Jairo, Valery, Pape Diamanka o Joaquín Zeballos han dispuesto de una oportunidad.

Lo cierto, sin embargo, es que no se puede decir que lo hayan aprovechado. La primera parte perpetrada por el Girona ha sido soporífera y el Alcorcón, que sólo se jugaba el honor, tampoco ha ofrecido espectáculo. Resultado: primer tiempo para olvidar en el cual las ocasiones han brillado por su ausencia.

 


Francisco no se esconde

Si en la primera parte Francisco ha puesto de manifiesto que priorizaba la fase ascenso, a la segunda sólo le ha faltado exteriorizarlo verbalmente. El técnico ha vuelto a su clásico 4-2-3-1, pero para hacerlo ha sustituido a un titular como Ignasi Miquel para dar entrada a un suplente habitual, Àlex Gallar.

Los porteros seguían sin recibir amenazas serias en sus áreas, de manera que el partido, como suele pasar en estas ocasiones, se ha roto por culpa de una pena máxima. Lo ha cometido Valery sobre Sosa en el minuto 54 y el mismo delantero venezolano se ha encargado de convertirla. 1-0 en el marcador, pero poco importaba.

Después del gol, Francisco ha hecho debutar a Pau Víctor, del filial, y también ha apostado por Aday Benítez. El equipo, sin embargo, ha seguido sin carburar. Era de esperar.

Así, cuando sólo quedaban quince minutos de juego, París Adot ha llevado a cabo una espectacular internada por la banda derecha y Alejandro Arribas, solo en el área pequeña, ha firmado el 2-0. El marcador no se ha movido más y la única noticia ha sido que Ibrahima Kebe, también del filial gerundense, ha podido disponer de minutos de juego.

Con once derrotas, siete empates y sólo tres victorias fuera de casa, el Girona es el cuarto peor equipo de la categoría a domicilio. A estas alturas, sin embargo, poco importa. Los de Montilivi se la juegan contra el Almería –primero en casa, después en Andalucía- en una eliminatoria en cara o cruz. Alicientes no faltarán: aparte de la propia importancia de la eliminatoria, Francisco se enfrentará al equipo en el cual empezó su carrera como técnico.