El verano de 2023 fue, sin duda, un mercado de fichajes marcado por la irrupción de Arabia Saudí. Grandes estrellas de Europa dieron el salto a la Premier League saudí en busca de un fútbol menos exigente para encarar los últimos años de su carrera, o, en otros casos, directamente por el dinero.
De hecho, dio la vuelta al mundo el testimonio de Kalidou Kouliably, central que el Chelsea fichó del Nápoles en verano de 2022 a cambio de 42 millones de euros y que vendió un año más tarde por 23 al Al-Hilal. El central senegalés, sin pelos en la lengua, declaró que se marchaba a Arabia Saudí por dinero, alegando que venía de un contexto familiar pobre.
El motivante del fútbol está cambiando
Koulibaly es el perfecto ejemplo de sinceridad ante un tipo de traspaso que es perfectamente lícito. El defensa apostó por una sinceridad que muchas voces en Europa agradecieron, pero es que además, ya con 32 años, se encuentra en las postrimerías de su carrera.
Casos como los de Gabri Veiga sí que son mucho más preocupados, ya que demuestran que el motivante del fútbol ha cambiado y que, a día de hoy, mueve más el dinero que la ambición profesional. Sea como sea, la realidad es la que es y el deporte es un oficio como cualquier otro en el que la burbuja económica se multiplica.
Por esta razón, Arabia Saudí, con recursos económicos prácticamente infinitos, volverá a la carga durante este verano de 2024 y uno de sus objetivos de mercado se encontraría en el Barça. Concretamente, los inversores del fútbol saudí preguntarían por İlkay Gündoğan, futbolista que está cuajando una temporada excelente en su primer año en el Barça y que Arabia Saudí querría en su liga para seguir subiendo su caché. El alemán, de 33 años, hará 24 el próximo mes de octubre y desde de la Saudi Pro League le propondrían una retirada entre millones que, aunque pueda sonar suculenta para al ex del Manchester City, no aceptará.
Arabia Saudí pone 80 millones de euros sobre la mesa
Gündogan tiene claro que aceptó recalar en la capital catalana para cumplir un sueño y quiere seguir luchando por los colores blaugrana que viste. Con todo, el hecho de que Arabia Saudí ponga 80 millones de euros sobre la mesa y que el Barça lo fichara gratis ahora hace un año, tienta. El '22' culé es indispensable para Xavi Hernández, pero el hecho de que su hipotética venta pueda desbloquear varias operaciones pone entre la espada y la pared a un club que, de igual manera, no pretende deshacerse de sus mejores jugadores.