El 9 de noviembre de 1988 Ernesto Valverde debutaba con el Barça en un partido de octavos de final de la Recopa de Europa contra el Lech Poznan.

Su debut de la mano de Johan Cruyff no se lo esperaba ni el propio Valverde: "me ha sorprendido, pensaba que ni me vestiría", reconoció entonces. Aunque eran sus primeros minutos bajo las órdenes del entrenador holandés, lo cierto es que su participación acabó siendo clave para superar el equipo polaco.

El extremeño entró en el terreno de juego en el minuto 77 con el número 14 en la espalda y, después de una prórroga, fue escogido para lanzar -y marcar- uno de los penales con los cuales el Barça superaría a su rival (4-5). Por si fuera poco, el equipo de Cruyff se acabaría llevando aquella Recopa de Europa en la mítica final de Berna.