El Barça araña un resultado que puede ser decisivo en el camino hacia la final de Kiev. Leo Messi y Andrés Iniesta, con roles diferentes, han fabricado el gol del empate en una jugada muy similar a la del 2009. El Chelsea ha sabido imponer su ley en un partido de choque de estilos.

El partido de Londres señala a Paulinho, que ha sido el elegido para hacer de cuarto mediocampista. Además, también evidencia que Ernesto Valverde prefiere, a día de hoy, a Aleix Vidal por delante de Ousmane Dembélé.

El 1x1 del Chelsea-Barça

Ter Stegen: Superado

Los palos se han aliado con él para evitar el gol de Willian en dos ocasiones. No ha podido hacer nada para detener el tercer disparo del mediocampista brasileño, que se ha colado entre un montón de piernas. El planteamiento del Chelsea y la falta de acierto de los delanteros londinenses no le han dado más trabajo.

Sergi Roberto: Pulmón

El Chelsea jugaba sin un extremo puro y se ha tenido que ver las caras con Marcos Alonso, un lateral con mucho recorrido. Roberto no ha tenido problemas para secarlo durante todo el partido y llevarse balones divididos en diferentes zonas del campo.

Gerard Piqué: Impecable

Ha sido el corrector de los desajustes de la defensa del Barça. El central ha puesto punto final a un contragolpe de Willian que era medio gol y ha vuelto a liderar al equipo desde atrás. No ha podido tener incidencia con la pelota en los pies.

Samuel Umtiti: Suficiente

No ha destacado. Ni para bien ni para mal. La falta de una referencia en ataque la liberaba de compromisos defensivos, pero lo obligaba a asumir más responsabilidades. El gol de Willian pasa a centímetros de su pie izquierdo.

Jordi Alba: Taponado

La falta de espacios ha condicionado su partido. No ha podido desplegarse en ataque por la estrategia del Chelsea de acumular hombres por detrás de la línea del medio del campo. Ha encontrado a un socio en Iniesta, formando a una de las sociedades más prolíficas del partido.

Paulinho: Obstáculo

Valverde ha vuelto a confiar en él como complemento del medio del campo. Hoy lo ha enviado a la banda derecha, un hábitat desconocido por él. No ha sabido asociarse con sus compañeros y ha entorpecido todas las posesiones. Ha intentado descolgarse en ataque, pero la falta de espacios en el sistema del Chelsea le ha imposibilitado la misión. Ha sido el primer cambio.

Ivan Rakitic: Tímido

Una tarjeta amarilla en los primeros minutos ha marcado a fuego su partido. Ha dado un paso atrás para jugar al lado de Sergio Busquets, pero ha estado muy limitado. El miedo a la expulsión no lo ha dejado desplegarse, pero Valverde lo ha mantenido sobre el campo hasta el último minuto.

Sergio Busquets: Pesado

No ha tenido su mejor día. La idea de Antonio Conte, entrenador blue, era acumular muchos mediocampistas para cortocircuitar las posesiones eternas del Barça. Ha perdido pelotas que han acabado en contragolpes y se ha desgastado en exceso persiguiendo rivales.

Andrés Iniesta: Clarividente

Ha aprovechado un regalo del central del Chelsea Andreas Christensen para asistir a Leo Messi y marcar un gol que vale oro. Los dos jugadores se han intercambiado los papeles para repetir, en la misma zona del campo, el decisivo gol del 2009.

Leo Messi: Decisivo

Ha sido la mejor arma del Barça en Stamford Bridge. El equipo sólo levantaba la voz cuando se encontraba con Iniesta. El Chelsea ha sabido construir una jaula a su alrededor para minimizar su impacto, pero no ha podido hacer nada para evitar el gol. El 1-1 supone el punto final a una racha de ocho partidos sin marcarle al Chelsea.

Luis Suárez: Estéril

No guardará un buen recuerdo de este partido. Ha estado muy incómodo y ha vuelto a evidenciar que su fútbol pierde nivel en espacios excesivamente reducidos. Sólo ha tenido una ocasión y se ha chocado con la mano de Courtois. Ha acabado inmerso en una guerra de protestas con el árbitro.

Aleix Vidal: Inocuo

Valverde ha recurrido a él para cambiar el signo del partido y ganar profundidad. Vidal ha pasado por delante de Ousmane Dembélé en la rotación, pero ha entrado con una marcha menos. No ha sabido conectarse y su aportación al juego ha brillado por su ausencia.

André Gomes: Intranscendente

Sólo ha jugado dos minutos. Su cambio, en el lugar de Andrés Iniesta, tenía un objetivo claro: perder tiempo.