La marcha de Leo Messi del Barça abrió una etapa de muchas dudas para el futuro del club. Cómo se adaptaría el equipo a la salida de su mejor jugador, quién sería el encargado de suplir sus goles, o quién sería la estrella del equipo, fueron algunas de las incógnitas que se plantearon en 2021. Entre estas había otra más simbólica, pero que seguía siendo importante, quién heredaría su dorsal.
En un principio, ese problema parecía estar resuelto con la adjudicación del número 10 para Ansu Fati. El delantero ya venía de una grave lesión, pero con la esperanza de que se recuperase completamente y visto el nivel que había mostrado hasta entonces, se consideraba que iba a ser el nuevo referente para el barcelonismo. Dos años después, el hispanoguineano está cedido en el Brighton and Hove Albion después de no recuperar su mejor nivel en el Barça.
Messinho, el heredero
La salida de Ansu ha dejado otra vez el dorsal 10 libre. Con la llegada de Vitor Roque, se esperaba que el brasileño pudiese coger este número tan importante. Pero no ha sido el caso, sino que ha preferido quedarse con el 19. Una muestra de la carga que supone este número en el Barça, que no quiere arriesgarse a la hora de darlo.
Tal vez la respuesta a quién debe heredar el dorsal de Messi esté en Estevao Willian, a quien apodan como Messinho en honor al argentino. Una muestra de la confianza que tienen en Brasil al extremo de 16 años, por el que grandes clubes de Europa como Manchester City, United, Arsenal o Paris Saint-Germain suspiran. Sin embargo, el jugador se mantiene firme en su sueño de jugar en el Barça.
El Palmeiras, dispuesto a esperar
Ante el interés de tantos clubes, el Palmeiras, club propietario del jugador, no tiene previsto venderlo por una oferta inferior a los 60 millones de euros. Una cifra que ahora mismo es totalmente imposible de asumir para el conjunto blaugrana. Pero la edad del jugador impide que pueda unirse a un club europeo en los próximos dos años, antes de que cumpla los 18 años.
Aprovechando esta circunstancia, Joan Laporta ha planteado, según Mundo Deportivo, la posibilidad de pagar una pequeña parte del traspaso ahora para asegurarse su fichaje, esperando abonar la mayor parte en 2025, cuando se incorporaría el jugador. El Palmeiras quiere respetar el deseo del jugador, y esperará a que el Barça pueda hacer una mejor oferta. La previsión de la dirección deportiva culé es que en verano tenga suficiente presupuesto para empezar la negociación.