Es muy frecuente que la gente de las comarcas más meridionales de Catalunya vaya a Núria, en invierno, a ver nieve. Núria recibe muchas visitas porque es un lugar de fácil acceso en transporte público y con una naturaleza impresionante. Es un sitio perfecto para practicar el montañismo, y los deportes de aventura, pero también para pasar unos días frescos en un ambiente de alta montaña. La excursión de hoy está pensada para los que aman la naturaleza, pero que no quieren hacer una gran marcha. Un destino ideal para ir con niños.

Tren de cremallera de Núria. Fotografía: Alberto G. Rovi. Wikipedia.

Una sola vía

Núria es un valle muy cerrado. Altas montañas la rodean casi por completo (por eso a las cumbres de los alrededores las llaman la Olla de Núria. Núria, pues, es una puerta de acceso a la alta montaña. Pero no es posible acceder en coche...La única vía para acceder a Núria es a pie, o con el tren de cremallera, que permite superar el gran desnivel. Los de Núria y Montserrat son los últimos trenes de cremallera que quedan en Catalunya. El de Núria trepa por la montaña y supera un desnivel de más de 1.000 metros en 12,5 km, que cubre en 40 minutos. Si pensáis pasar la noche en Núria, vale la pena mirar las tarifas integradas: es posible obtener un mejor precio si compramos conjuntamente el transporte, el hotel y las actividades.

Núria. Tren de cremallera y santuario. Fotografía: Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya.

Núria, el Pirineo con marcha

En Núria, en verano, se puede hacer un poco de todo. Es un espacio pensado para el ocio: se puede practicar el senderismo, la hípica, el minigolf, el kayak, el tiro con arco... Muchas de estas actividades están pensadas para realizar en familia, y hay una buena oferta para el público infantil. Incluso hay un espacio, El cau de la Marmota, pensado para dar a conocer el entorno a los niños de 4 a 10 años. Pero la mejor opción, en Núria, en verano, es hacer excursiones: desde Núria podemos llegar a cimas, dar simples paseos, o ir a ver corzos... Se nos ofrece un amplio abanico de rutas guiadas, pero si conocéis la montaña, mejor ir sin guía. Para los montañeros, hay la posibilidad de subir al Puigmal, un pico de 2.900 metros, el más alto de la región. Pero muchos montañeros prefieren hacer una ruta y, desde Núria, suben al Puigmal y continúan con el Petit Segre, el Segre, el Finestrelles, el Puig de Núria, el Pic d'Eina, el Noufonts y el Pic de la Fossa del Gegant. Una ruta que sólo está al alcance de los montañeros realmente preparados.

La olla y la campana, para tener hijos

Este pequeño valle del Pirineo está cargado de historia y de leyendas. La tradición afirma que San Gil, que venía de la Provenza, buscaba una vida retirada y fundó un monasterio en Núria. Vivía en una cueva y con sus propias manos habría tallado la imagen de la Virgen de Núria, de 56 cm de alto. Cocinaba en una gran olla, ya que compartía su comida con los pastores, a los que avisaba mediante una campana. Tuvo que huir del valle, perseguido por los arrianos, pero escondió las reliquias, enterrándolas. En el siglo XI unos pastores se dieron cuenta de que un buey golpeaba un trozo de roca con sus pezuñas. Revisaron la roca y encontraron la imagen de la Virgen, una cruz, la olla y la campana. Las autoridades quisieron trasladar la figura, pero la pequeña talla se hacía tan pesada que era imposible moverla. Finalmente, decidieron que la Virgen no quería salir de Núria, y la dejaron allí, con la olla, la cruz y la campana. Allí se construyó la ermita de Sant Gil (más tarde se erigiría el gran santuario). Muchas catalanas, para tener hijos, iban con su marido a Núria. Ella metía la cabeza en la olla, y mientras tanto su marido le daba la mano y tocaba la campana. Se decía que las mujeres tendrían tantos hijos como toques de campana se habían realizado.

La ermita de Sant Gil. Fotografía: Alberto G. Rovi. Wikipedia.

Estancia a Núria

Las mejores fechas para viajar a Núria son el 1 de septiembre, la festividad de San Gil, y el 8 de septiembre, la fiesta de la Virgen de Núria. En Núria sólo hay una opción para alojarse: el santuario: es una gran estructura preparada para recibir a los visitantes, donde incluso se celebran grandes bodas. Los que prefieran un alojamiento más discreto, con encanto, tienen muchas opciones en los pueblos del entorno, como Queralbs o Ribes de Freser: hay una gran oferta de campings, casas rurales, hostales y hoteles. Es una zona famosa por su gastronomía, especialmente por el cordero y por los embutidos. Una cocina tradicional, pero de gran calidad... Y los más montañeros pueden quedarse en el albergue del Pic de l'Àliga, en la montaña: se precisa una larga caminata desde Núria para llegar allí, pero las vistas son inmejorables.

Sant Jaume de Queralbs. Fotografía: Till F. Teenck. Wikipedia.

Una bajada alternativa

Si estáis un poco entrenados, y no vais muy cargados, existe la posibilidad de bajar hasta Queralbs andando, en una excursión de un par de horas pasando por el GR-11. Salid de Núria por la ermita de Sant Gil, pasáis por la cruz del término y seguís las señales del GR: el camino no tiene pérdida. Una parte del camino circula por un espeso bosque de pino negro. Pasaremos junto a la cascada de la Cua de Cavall y también de varias grutas. Más tarde continuaremos por la antigua vía del tren de cremallera. Y acabaremos en Sant Jaume de Queralbs, una preciosa iglesia del siglo XII, con una sola nave. Tiene un magnífico pórtico, formado por seis arcos de medio punto. Vale la pena detenerse en Queralbs, un bonito pueblo de montaña, con unas vistas fantásticas y con una arquitectura tradicional muy bien conservada. Desde Queralbs podéis tomar el tren de cremallera hacia Ribes de Freser o, si lo preferís, continuar la bajada pasando por Batet: tardaréis algo más de dos horas para recorrer el trayecto.

Excursión a Núria. Fotografía: Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya.