La mítica pareja británica de música electrónica de baile Underworld ha demostrado este sábado en el Sonar porqué forma parte de la historia del dance con un concierto con guiños a sus fans incondicionales de hace años y con las últimas novedades que siguen sacando.

Con casi 40 años de trayectoria y habiendo transitado por distintos géneros, Underworld sigue afilando los sintetizadores para que su sonido no deje de evolucionar, manteniendo el espíritu de la electrónica noventera que les lanzó a la fama.

Los británicos han propiciado una mezcla generacional que ha demostrado que el Sónar no es solo para jóvenes modernos. Los incondicionales de la electrónica, con sus canas y sus "looks" más clásicos, han disfrutado rememorando la época gloriosa de las "raves" y la "ruta del bakalao".

Sonar - EFE

El recinto que acoge el escenario central del Sónar de noche se ha llenado con la emoción y el sentido de comunión entre el público y banda, que flotaban en el ambiente, mientras cada nuevo tema era jaleado por la multitud.

Lejos de quedarse anclados en el pasado viviendo del recuerdo de sus éxitos, Underworld sigue explorando los horizontes de la electrónica y ha presentado algunos de los últimos temas de su proyecto "Drift".

No hay rastros de nostalgia en la pareja formada por Karl Hyde y Rick Smith que a pesar de cuatro décadas encima de los escenarios siguen moviéndose con la soltura propia de un chaval.

Para dejar el listón bien arriba y afrontar la larga noche que les depara a los asistentes, los británicos han culminado el concierto subiendo el ritmo con "Born Slippy", tema que se popularizó tras su aparición en la película "Trainspotting", un himno para toda una generación y para cualquier seguidor de la música electrónica que se precie.