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La Universitat de Barcelona busca a sus antiguos alumnos que lucharon por la libertad, contra el franquismo, en el seno del Sindicat Democràtic d'Estudiants de la Universitat de Barcelona (SDEUB). Ha puesto en circulación una fotografía de una asamblea de estudiantes del año 1966 y pide a aquellos antifranquistas que se puedan reconocer en ella, o que identifiquen a sus compañeros, que lo notifiquen, con el fin de recuperar la memoria histórica de la universidad. Aquellos que reconozcan a alguien en la fotografía pueden escribir al correo electrónico jprada@ub.edu, del servicio de protocolo de la Universitat de Barcelona.

Homenaje

En el 50 aniversario de la Caputxinada esta universidad ha querido hacer un homenaje a todos aquellos que lucharon por la democratización del centro. En la entrada del acto se ha expuesto también la fotografía de la asamblea de estudiantes, a fin de que los antiguos alumnos pudieran identificar a sus compañeros. El acto se ha celebrado en el Paranimf de la Universitat y ha sido presidido por el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, quien ha destacado el papel de la Caputxinada como puerta de la transición: "Abrió los ojos a mucha gente, de dentro y de fuera". El rector Dídac Ramírez ha reivindicado que los encerrados querían "una universidad nueva, libre, moderna, que fuera casa de libertad". 

Los protagonistas

En el acto también ha participado Enric Castells, en nombre de los capuchinos que acogieron a los estudiantes. Y también varios asistentes a la Caputxinada: el profesor emérito Borja de Riquer, la profesora de instituto Mariona Petit, el profesor Ramon Torrent, que presidió la constitución del sindicato en 1966... Mariona Petit ha destacado el sentimiento de victoria de los participantes en el encierro de Sarrià: "El régimen no pudo imponer su organización; nosotros, en cierta manera, habíamos cambiado la universidad".

Revocación total de las sanciones

Muchos estudiantes y profesores de la Universitat de Barcelona sufrieron sanciones académicas como consecuencia de su militancia en el SDEUB, o por el hecho de haber dado apoyo a los encerrados en el convento de los Caputxins de Sarrià. En total 28 estudiantes y 67 profesores fueron sancionados, algunos incluso fueron condenados a la expulsión de la universidad a perpetuidad. Hoy el rectorado ha querido levantarles oficialmente todas las sanciones, y hacer extensivo este levantamiento a todos los estudiantes sancionados por motivos políticos durante la dictadura.