"Barcelona, buenas noches," así ha empezado el segundo y último concierto de Rosalía en el Palau Sant Jordi. La cantante de Sant Esteve Sesrovires ha reiterado su agradecimiento a Catalunya: "Me siento tan feliz de estar esta noche con vosotros, en mi ciudad, gracias por estar aquí y para compartir eso con nosotros". El resto ha sido un show de música, baile y espectáculo con el que se ha vuelto a ganar al público.

Decenas de jóvenes esperaban esta tarde en las puertas del recinto antes del segundo concierto, y unos cuantos repetían y volvían después de haber disfrutado de la jornada del sábado. Algunos incluso se han dejado ver, con tatuaje incluido de la cantante en su cuerpo, después de esperar allí desde el jueves pasado para ser los primeros en entrar al Sant Jordi. "No es la primera vez que la veo, pero sé que no defraudará a nadie. Cuando ayer cantó 'Millonaria' y la escuchábamos desde aquí fuera, parecía que el Sant Jordi se hundía", dice David, un fan emocionado al recordar la interpretación del único tema en catalán del repertorio.

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El orden ha imperado en las colas habilitadas delante de las vallas que dan en la explanada del Sant Jordi, donde los 150 fans que esperaban al mediodía la apertura de puertas, la mayoría chicas en la veintena, mataban el tiempo jugando a cartas, mirando las redes sociales en sus móviles, y cantando... Rosalía.