Viernes 25 de marzo, siete de la noche, auditorio del CCCB. Rafel Nadal hace memoria. En realidad, el periodista y escritor ha hecho del hecho de recordar una de las trilogías más populares de la literatura catalana de los últimos años, la llamada Trilogia de la Memòria. Lo acompañan en la conversación Xavier Pla, profesor, crítico y director de la Cátedra Josep Pla de Literatura y Periodismo de la UdG y Mariàngela Vilallonga, catedrática de filología latina, exconsellera de Cultura y presidenta de la Fundación Prudenci Bertrana. La charla ha empezado con la presentación de Josep Ramoneda, presidente del Grupo 62. Un acto que ha contado con la presencia entre el público de la Consellera de Cultura Natàlia Garriga y el Conseller d'Economia i Hisenda Jaume Giró.
De izquierda a derecha: Xavier Pla, Rafel Nadal, Mariàngela Vilallonga y Josep Ramoneda, en el auditorio del CCCB. / Foto: Sergi Alcàzar
Flashes de memoria
"Mi madre era mi memoria", explicaba Rafel Nadal (Girona, 1954) en el artículo que protagonizó el pasado mes de noviembre en el Revers con motivo de la publicación de su última novela: Quan s'esborren les paraules (Columna, 2021). En aquella misma conversación descubría que ahora ella la ha perdido toda, la memoria, por culpa de una enfermedad degenerativa. "Estos libros hacen emerger la fuerza reparadora de la literatura", ha señalado en el acto de este viernes en el auditorio del CCCB barcelonés Xavier Pla.
La madre de Rafel ya no podrá ser la principal fuente de recuerdos que han alimentado buena parte de su producción literaria, aquella Trilogia de la Memoria que se inició en el 2010 con Quan érem feliços (2010), siguió con Quan en dèiem xampany (2013) y cerró el pasado 2021 con ya citado Quan s'esborren les paraules (Columna). "Mi madre era mi memoria", decíamos que decía Rafel Nadal. "Me llenaba los flashes de memoria de la infancia, y les daba contexto. Su desaparición, su muerte en vida, su silencio, me privan de esta interpretación de mi propia vida y me ha hecho tener prisa, porque al mismo tiempo que se desdibujó su memoria, se desdibujaba mi recuerdo".
"La obra de Rafel Nadal es un género memorialístico mucho más vital", ha apuntado Xavier Pla. "Haciéndose portavoz de una serie de personajes, consigue hacer retrato de una época. Una vertiente sensorial de la memoria basada en el cariño, la imaginación y las pasiones".
Rafel Nadal ha sido el protagonista del coloquio 'Quan la memòria es fa literatura'.Foto: Sergi Alcàzar
Felicidad, champán y palabras
El protagonista de la charla ha reafirmado que "la literatura es memoria". Una sentencia tan sencilla como incuestionable, porque la literatura, ciertamente, es un gran ejercicio de memoria y memorias. A veces, éstas, son ficticias. Otras veces, hechos bien reales. Rafel Nadal ha trasladado el devenir de su familia a una de las sagas más populares de nuestro imaginario literario los últimos años. "La importancia es la mirada que nosotros ponemos en la memoria", ha añadido Nadal.
"Son unas memorias basadas en las sensaciones, en la imaginación y en la fe en la proyección futura", ha indicado Xavier Pla. "Es sensacional, porque le da la vuelta al sentido habitual".Todo empezó con Quan érem feliços (2010), un relato en el cual el autor devuelve en primera persona los paisajes de su infancia. Un recorrido tan íntimo como coral trazado con un gran angular cinematográfico. Una primera novela colmada de imágenes conmovedoras que caminan a paso pausado por las calles del Barri Vell de Girona, los veranos en la Fosca, los septiembres en el campo en la masía de Aiguaviva y los años de internado en el Collell.
Rafel Nadal volvió a zambullirse en su legado familiar tres años después con Quan en dèiem xampany (2013). Esta vez Rafel Nadal construye, con una prosa rica y evocadora, una saga familiar que transita por los cien años más convulsos de la historia de Europa: la Primera Guerra Mundial, el crac del 29, la persecución nazi a los judíos, la Guerra Civil española, la Segunda Guerra Mundial y el renacimiento europeo de la posguerra. La trilogía se cerró el pasado 2021 con Quan s'esborren les paraules, la última referencia de una tríada de obras memorialísticas, un emotivo retrato sobre la época de sus padres, que también ve desaparecer. "Es cierto que hago un gran homenaje a mis padres, pero los lectores entenderán que también es un homenaje a los suyos", indicaba en aquella conversación. "Para explicar una generación y una época no hay nada mejor que bajar a los pequeños detalles", culminaba sobre "el artefacto literario", este Quan s'esborren les paraules, construido en torno a la memoria familiar. "Doy fe de que esta trilogía es literatura reparadora y hace feliz al lector", ha finalizado Mariàngela Vilallonga.
Acaba el acto. Me marcho a casa. Me siento delante del ordenador. Ahora me toca a mí hacer memoria de cómo se hace literatura de la memoria.