"Mi madre era mi memoria", dice Rafel Nadal (Girona, 1954). Ahora ella la ha perdido toda por culpa de una enfermedad degenerativa, de manera que no podrá alimentar más los recuerdos que –en buena medida- alimentaron Quan érem feliços (2010) y Quan en dèiem xampany (2013), los dos primeros títulos de la saga literaria familiar que su hijo cierra ahora con Quan s'esborren les paraules (Columna). Nadal completa la trilogía con un homenaje a sus padres y "al final de una época", en una obra escrita con la prisa de quien es más consciente que nunca que la memoria hace perdurar las personas y los hechos en el tiempo. A pesar de la nostalgia, el volumen también habla del presente, de la ilusión de vivir y de la esperanza en las nuevas generaciones.

Memorias que se desdibujan

Rafel Nadal siente que cierra un ciclo con Quan s'esborren les paraules, el último de una tríada de obras memorialísticas en torno a su familia, que empezó narrando su infancia, para remontarse en el segundo título hasta la generación de sus bisabuelos, y ahora culmina con un retrato sobre "la época" de sus padres, que también ve desaparecer.

El tercer volumen es, de todos, el que ha surgido más "fruto de las circunstancias". Es decir, de la enfermedad y deterioro acelerado de su madre desde que le diagnosticaron la enfermedad degenerativa que lo ha dejado sin recuerdos. "Mi madre era mi memoria. Me llenaba los flashes de memoria de la infancia, y les daba contexto. Su desaparición, su muerte en vida, su silencio, me privan de esta interpretación de mi propia vida y me ha hecho tener prisa, porque al mismo tiempo que se desdibujó su memoria, se desdibujaba mi recuerdo," explica el periodista y escritor.Rafel Nadal periodista escritor - Sergi Alcàzar

Cuando se borran las palabras es la última entrega de una tríada de obras memorialísticas de Rafel Nadal. Foto: Sergi Alcàzar

Los pequeños detalles

Al mismo tiempo, Rafel Nadal subraya y reitera que no ha pretendido nunca hacer un libro sobre su familia, "ni tan solo sobre la madre". "Es cierto que hago un gran homenaje a mis padres, pero los lectores entenderán que también es un homenaje a los suyos. Para explicar una generación y una época no hay nada mejor que bajar a los pequeños detalles", habla sobre "el artefacto literario" construido en torno a la memoria familiar.

Reticente a patrimonializar el sufrimiento de las víctimas de enfermedades degenerativas y el de sus entornos, Nadal dice que con los "detalles" que ofrece sobre el proceso que ha vivido con sus hermanos simplemente puede acercar el lector a algo universal.

Cuando se borran las palabras
Portada de Quan s'esborren les paraules, la nueva novela de Rafel Nadal

Nostalgia e ilusión

Aun así, en el terreno personal, confiesa cómo lo ha "golpeado" la enfermedad de la madre. Especialmente, dice, porque ha estado víctima, del alzhéimer, una persona que "era el eje intelectual de la familia", una mujer "que estudió y siguió dando clases toda la vida". "Cuando ves que eso le toca a alguien que su fuerza ha sido a la intelectual, te golpea más", lamenta Nadal.

Quan s'esborren les paraules es también un canto a las nuevas generaciones. Un relato que, sin esconder la nostalgia hacia un tiempo que se acaba, se abre –a veces con humor, otros con resignación- a un tiempo que justo empieza. Y con ilusión de vivirlo, y de compartirlo con las generaciones más jóvenes. Nadal no se olvida de que son estas las que tendrán que mantener vivo el recuerdo de su madre, y el de él mismo, en el futuro.