La historia del escritor y activista keniata Ngugi wa Thiong'o es una lucha constante por la lengua, la suya, el kikuyo. Precisamente, por escribir en su lengua materna la obra de teatro Quiero casarme cuando yo quiera y la novela Pétalos de Sangre, donde criticaba la Kenia postcolonial y la situación de los campesinos, fue encarcelado el año 1978. Pero eso, no lo paró y en la misma prisión escribió su siguiente novela en kikuyo en trozos de papel higénico. Después de un año de prisión, el escritor sufrió el exilio. Esta historia de lucha es lo que ha reconocido al jurado para otorgarle este año el Premi Internacional Catalunya, en el cual este 2020 se presentaron 74 candidaturas.

En una ceremonia que ha combinado las intervenciones presenciales y virtuales a raíz de la imposibilidad de viajar por la pandemia de coronaviurs, Ngugi se ha mostrado emocionado por este premio. "Gracias por el reconocimiento de una lengua africana", ha resaltado el escritor de 82 años.

En su discurso, realizado a distancia, ha tenido un especial recuerdo para su madre. En este sentido, ha relatado que ella no pudo asistir a la escuela, pero que no dudó que su hijo sí que estudiase. Escribir en kikuyo, para Ngugi, es reconocer a la mujer que le dio la vida y que le cantaba las canciones de cuna en esta lengua. "Acepto este maravilloso premio en tu nombre", ha dicho en referencia a su progenitora.

Ngugi Wa Thiong'o / Gobierno

Ngugi Wa Thiong'o durante la intervención en el Premio Internacional de Catalunya / Gobierno

Combate contra los idiomas imperialistas

Pero escribir en una lengua propia es más que un reclamo lingüístico para Ngugi, sino que también es luchar contra la imposición de las "lenguas imperialistas" que colonizaron África. "Para que pocas lenguas existan, otras tienen que dejar de existir", ha matizado Ngugi. Además, ha criticado que se quiera erigir los idiomas imperiales como "las reinas de las lenguas" por encima del resto tal como pasó "en Catalunya con la España de Franco o con los indios norteamericanos", una situación que también se da en otros lugares del mundo como Nueva Zelanda, Australia, Asia o África.

Esta tesis es la que defiende en una de sus principales obras, Descolonizando la mente, en la cual reivindica que las lenguas maternas son un arma para combatir el supremacismo de las culturas dominantes. "Creo que las lenguas, más allá del número de hablantes, se tienen que relacionar no con jerarquía, sino con la solidaridad y la red", ha defendido el polifacético escritor.

En el acto también ha intervenido el presidente de la Generalitat, Quim Torra, que ha recordado que la persecución de la libertad de expresión está a la orden del día en todo el mundo y España es un ejemplo. "Aquí hay personas que se han tenido que exiliar por cantar una canción", en una clara referencia al cantante de rap Valtonyc.

Torra también le ha agradecido el amor de Ngugi por una lengua, la suya propia, así como por hacer "tan bien su trabajo" tanto el de "escritor" como el de "luchador".

 

Otra de las participantes en la ceremonia ha sido Laura Huerga, de la editorial Rayo Verde, que ha publicado las obras de Ngugi en catalán. "África es un continente lleno de culturas diversas e invisibilizadas y los caminos nos llevaban a diferentes nombres, pero todos los caminos también nos llevaban a un nombre, Ngugi wa Thiong'o". A través de su lectura, Huerga ha confesado que ha aprendido la importancia de luchar contra el opresión tanto individualmente como colectivamente y desde un punto de vista antirracista y feminista. "La lengua nos lleva a crear una diversidad cultural e histórica", ha manifestado.

Otro de sus escritos célebres es el cuento la Revolución Vertical, que relata las partes de un cuerpo que no se ponen de acuerdo las unas con las otras y entran en competición entre ellas. En este, según Huerga, Ngugi "demuestra que nadie es más importante que el otro, que ninguna parte del cuerpo es más importante que la otra". Una obra que conoce muy bien la pianista y compositora Clara Peya, ya que hizo una interpretación musical. "Personas como él personas (Ngugi) son un ejemplo y dan una visión del imaginario africano", ha considerado Peya.

El presidente Torra ha querido concluir el acto con una cita textual del escritor: "La lucha construye la historia, la lucha nos hace a nosotros mismos, con la lucha encontraremos nuestra historia y nuestra lengua"