Italia está de luto por la muerte de Ornella Vanoni, diva de la canción popular italiana, una de las intérpretes más grandes y versátiles de la música de este país, que destacaba por su estilo melódico y su capacidad de reinventarse artísticamente a lo largo de más de siete décadas de carrera. Vanoni murió el viernes a 91 años en su casa de Milán, a causa de una parada cardíaca, según informaron las autoridades italianas y la prensa local. Nacida en Milán el 22 de septiembre de 1934, La Vanoni fue una de las cantantes más prolíficas de la escena italiana. Alcanzó sus mayores éxitos en los años 60 y 70 con temas como La Musica è Finita, Eternità, L’Appuntamento o Una Ragione di Più. La muerte de Ornella Vanoni ha causado un gran impacto, dado que no solo fue una artista musical, sino también una personalidad influyente reconocida por su elegancia y sus contribuciones al teatro y a la televisión, y su obra permanece como un referente de la música y la cultura italianas.
A pesar de su avanzada edad, la muerte de Vanoni se ha producido de manera inesperada, tras un malestar súbito, y las primeras informaciones difundidas describen un cuadro repentino mientras se encontraba en su casa, compatible con una parada cardíaca, sin ingreso hospitalario previo. El Corriere della Sera informó que la artista falleció poco antes de las 23 horas. Tras conocerse la noticia se produjeron numerosas reacciones en las redes sociales, tanto de fans como de líderes políticos italianos. La presidenta Giorgia Meloni ha expresado su "profunda consternación por la desaparición de Ornella Vanoni, voz inconfundible de nuestra música, que ha marcado décadas de cultura italiana y ha acompañado a generaciones con piezas atemporales. Italia pierde a una artista única, que nos deja un patrimonio artístico irrepetible". El ministro de Cultura italiano, Alessandro Giuli, expresó en un comunicado oficial que, "con su muerte, Italia pierde a una de sus artistas más originales y refinadas", destacando su voz única y su capacidad interpretativa como elementos que marcaron páginas importantes en la historia de la canción, el teatro y el espectáculo italianos. "Gracias a su voz única y a su talento interpretativo sin igual, ha marcado la historia de la canción, el teatro y el espectáculo italianos", añadió. El presidente de la Cámara de Diputados, Lorenzo Fontana, destacó que Vanoni "ha marcado la historia de la música italiana, dejando un legado artístico que permanecerá para siempre grabado en el corazón de todos".
La noticia también ha sido acogida con mucha tristeza y una admiración generalizada en los medios italianos, que reconocen su legado artístico, que abarca más de siete décadas con una carrera repleta de éxitos, colaboraciones musicales destacadas con artistas como George Benson, Herbie Hancock, Franco Califano o Gino Paoli, con quien mantuvo una larga complicidad, tanto artística como amorosa y que compuso para ella algunos de sus mayores éxitos, como Senza fine.
Vanoni, reconocida como la señora de la canción italiana por su elegancia, expresividad y contribuciones duraderas a la música y la cultura italianas, grabó más de una cincuentena de discos a lo largo de su carrera, vendió más de 50 millones de copias y fundó su propio sello discográfico. Además, su muerte ha sido considerada un momento simbólico y emotivo para la cultura del país, resaltando la importancia de su figura como una gran dama de la música italiana. Vanoni, que era reconocible también por su cabello pelirrojo y rizado que la catapultó como icono de estilo, mantuvo un vínculo muy estrecho con el festival de Sanremo, en el que participó en ocho ocasiones, y en 1999 se convirtió en la primera cantante de la historia de este icónico festival de música en recibir un premio honorífico por toda su carrera.
Hija de un industrial farmacéutico, comenzó su formación artística en 1953 en la Academia de Arte Dramático del Piccolo Teatro de Milán bajo la dirección de Giorgio Strehler, con quien mantuvo una relación sentimental y profesional. Su debut como actriz fue en la obra Seis personajes en busca de autor de Pirandello, y pronto comenzó a cantar en los entreactos con gran éxito. En 1960 se casó con el empresario Lucio Ardenzi y tuvo un hijo, Cristiano, aunque se separaron en 1972. Vanoni comenzó su carrera musical en 1961 grabando su primer disco, alcanzando popularidad con su repertorio de Canzoni della Mala, que reflejaba la vida difícil de Milán. Participó en diversos festivales, además de las ocho ediciones del Festival de Sanremo, y ganó el Festival de Nápoles con Domenico Modugno.
