El diseñador de moda japonés Issey Miyake ha muerto a los 84 años, según ha anunciado este martes su estudio. La misma oficina ha señalado que la defunción se produjo el pasado viernes 5 de agosto, a causa de un cáncer de hígado. Ha sido conocido internacionalmente por sus creaciones que combinaban tradición nipona con materiales y cortes vanguardistas, a la vez que desde la década de los 70 persiguió el concepto de hacer ropa a partir de una sola prenda de ropa: así es como surgieron las colecciones Pleats Please y A-POC. También es famoso por el uso del plisado en las piezas, por los sencillos jerséis de cuello alto como los que popularizó Steve Jobs o por su línea de bolsos Bao Bao con patrones geométricos.
Nació el año 1938 en Hiroshima, donde este 6 de agosto se cumplían 77 años de la bomba atómica. Miyake estudió en Tokio y París, mientras que presentó su primera colección en Nueva York el año 1970. Fue el año 2005 cuando fue honrado por el trabajo de su vida con lo que se considera el Premio Nobel de las Artes: el japonés Praemium Imperiale (Premio Imperial, en latín). Un año más tarde, el diseñador recibió el Premio Kioto por sus "conceptos de ropa visionarios". Se trata de uno de los galardones más importantes en el campo de la ciencia y la cultura, junto con el Premio Nobel. El Premio Kioto fue establecido el año 1984 por Kazuo Inamori, fundador de la corporación tecnológica japonesa Kyocera.
Superviviente del bombardeo atómico de Hiroshima
Más concretamente, hay que decir que Miyake se formó como modista tanto a Europa como a los Estados Unidos. Después ya creó su estudio en Tokio, además de fundar su marca homónima el año 1970. Más tarde ya empezó a exhibir en pasarelas de ciudades como París o Nueva York, donde ganó el reconocimiento global. Y es que el diseñador empezó a llamar la atención con los diseños realizados en una sola pieza de tela, así como con los plisados. Esto lo llevó a desarrollar la sofisticada línea Pleats Please (Plisats, por favor), que todavía continúa en el mercado.
Sus diseños no solo han pasado por pasarelas de todo el mundo. La obra de Miyake ha llegado a museos internacionales y ha recibido los enmendados galardones Praemium Imperiale i Premi Kyoto, además de la Orden de la Cultura de Japón (2010), el Compás de Oro de Italia (2014) o la Legión de Honor francesa (2016). De hecho, la obra del diseñador va más allá de la moda: trabajó estrechamente con el mundo de la danza, con diseños específicos para el ballet y utilizando la inspiración de este arte para otras creaciones; también lanzó su propia línea de perfumes, L'eau d'Issey (un juego de palabras con odisea).
Fue el año 1999 cuando cedió el control de su marca homónima, Issey Miyake, a sus asociados. Sin embargo, continuó activo en otros proyectos como en la apertura del primer museo japonés dedicado exclusivamente al diseño el año 2007. Se trata del 21_21 Design Sight, situado en el barrio de Roppongi (Tokio) y del cual asumió la dirección. Más tarde, el año 2009, reveló su historia como hibakusha o superviviente del bombardeo atómico de Hiroshima. Según ha llegado a explicar, lo hizo inspirado por un discurso sobre el desarme nuclear realizado por el ya expresidente de los Estados Unidos Barack Obama. Relató la experiencia en un artículo publicado en el The New York Times, donde aseguró que "no quería ser etiquetado como un diseñador que sobrevivió a la bomba atómica".
Ya en los últimos años, Miyake se había centrado en trabajar con nuevas generaciones de diseñadores en el estudio de Tokio. Continuó involucrado en el desarrollo de nuevos materiales como los llevados a cabo a partir de botellas de plástico PET recicladas, además de financiar una fundación de investigación sobre la historia del diseño y la moda. Ofreció la última pasarela presencial fuera de Japón en París, el pasado 23 de junio. Lo hizo después de los dos años de pandemia, que lo mantuvieron alejado de actividades públicas. Fuera como fuera, continuó interesado en los nuevos proyectos de su marca y con el asesoramiento a sus asociados.