El I Congreso de Tuiteros por la República Catalana se ha celebrado hoy en Celrà, donde han participado personalidades conocidas del mundo de las redes sociales, de la política y también de la cultura y el arte. Lluís Llach ha sido uno de los ponentes más esperados, que ha intervenido con una ponencia sobre la libertad de expresión. Llach ha dado un repaso de la represión que vivió como cantautor durante la época franquista, y lo ha contrastado con la situación actual recordando que, aunque el franquismo fue una época muy dura, "nunca se osó pedir años de prisión para hacer una letra de canción". "Lo que estamos viviendo es una represión neofascista", ha aseverado.

El cantante ha empezado la ponencia recordando la represión y la censura durante la dictadura franquista. Unos años en qué, "al ser un medio de comunicación, que es el que viene a ser un cantante, tuve que engañar, saltar, y escapar una organización represiva bastante fuerte que consistía en represión de información, policial y política," ha explicado Llach. "Para dar un recital se tenía que pedir autorización al gobierno civil y enviar todas las letras de las canciones a censura. Las que pasaban iban otra vez en el gobierno civil, y este las enviaba a la Guardia Civil para que nos viniera a vigilar", ha explicado. "Venía la Guardia Civil a cada recital para ver si decíamos las letras que nos habían permitido, y también se fijaban en sí decíamos las mismas palabras".

"Aprovechar las rendijas"

Llach ha aprovechado por contar algunas anécdotas sobre la censura, de cómo habían llegado a esquivarla poniendo una palabra "no permitida" en latín, por ejemplo, o simplemente omitiendo la letra de una palabra. En este sentido, pues, Llach ha asegurado que, como en todo, "hay rendijas que hay que aprovechar". En aquel momento, "tenías que aprovechar todo eso y que ir ganando espacios de libertad y denunciar el sistema, aunque fuera a través de sus contradicciones y su burrería".

"Mi experiencia de aquel tiempo se basa en una mezcla de represión muy fuerte, pero al mismo tiempo los ánimos de decir si prohíben y reprimen quiere decir que haces trabajo, y segundo, que pienso que son mucho burros, y no hablo sólo de l'Albiol, sino que aquellos que parecen inteligentes, también son burros", se ha mofado Llach. Hay que aprovechar este tipo de confusión de la burrería sumada a este final de un sistema que se está pudriendo y que se intenta salvajemente defender. Recordamos que mientras tanto mataban gente, los fusilaban o los mataban en garrote".

"Nunca se llegó tanto lejos"

El cantautor reflexiona sobre el hecho que en aquella época "los cantantes, autores y poetas nos vamos convertido en unos seres peligrosos y se tiraron encima de muchos de nosotros, no sólo en Catalunya, y algunos nos tuvimos que exiliar o esconder". De todos modos, "nunca, nunca, nunca, nunca, nadie osó pedir tres años de prisión por hacer una letra de canción. Se nos decía que era una falta administrativa, caían multas, etc, pero nunca llegaron a este punto", ha asegurado, haciendo referencia a las recientes condenas a cantantes como Pablo Hasel o Valtònyc por sus letras de canciones.

"Eso que estamos viendo hoy, 40 y pico años después del franquismo, es el acto de represión de libertad de expresión más fuerte que yo he visto nunca. Lo que estamos viviendo ahora no pasó nunca en aquellos años que eran más espantosos de que ahora", ha asegurado a Llach. "El hecho que Hasel, Valtònyc, etc, puedan ir a la prisión para escribir una letra es impensable e intolerable. Lo que sufrimos hoy es una represión neofascista", ha concluido el cantautor.