Un Kahlo se ha convertido en la obra más cara de una mujer. Se trata del autorretrato surrealista El sueño (La cama), de 1940, que este jueves se ha subastado por 54,7 millones de dólares (más de 47 millones de dólares) en la casa Sotheby's de Nueva York. La subasta ha tenido lugar en el edificio brutalista The Breuer, donde hace poco que se aloja la institución; el comprador ha sido un cliente que ha pujado mediante Anna Di Stasi, jefa del departamento de Arte Latinoamericano de la casa de subastas. Esta semana también se ha batido el récord del arte moderno, con un Klimt que se vendió por 236 millones de dólares (unos 204 millones de euros).

La mexicana Frida Kahlo ha superado así a la estadounidense Georgia O'Keeffe, cuya obra Jimson Weed/White Flower No. 1 se vendió en 2014 por 44,4 millones de dólares. La tercera obra más cara hecha por una mujer también es de Kahlo, su cuadro Diego y yo (1949), que se vendió por 34,9 millones de dólares en 2021. En la cuarta posición está Untitled (1992), de la estadounidense Joan Mitchell, vendida por 29,1 millones de dólares en 2023. Y la quinta es Les Distractions de Dagobert (1945), de la británica Leonora Carrington, que en 2024 se vendió por 28,4 millones de dólares. Por su parte, la sudafricana Marlene Dumas es la mujer viva que ha alcanzado el precio de venta más alto, con los 13,6 millones de dólares de este año de Miss January.

'El sueño (La cama)', que Frida Kahlo pintó en 1940 / Sotheby's

Kahlo pintó El sueño (La cama) en un momento "especialmente turbulento" de su vida debido al deterioro de su salud y a la complicada relación con Diego Rivera, según Sotheby's. Es por ello que la artista evoca en la obra la muerte y se representa a sí misma dormida en una cama de madera de estilo colonial, envuelta con una manta dorada con hojas. Sobre la cama, un esqueleto de tamaño natural rodeado de dinamita, con un ramo de flores y sobre cojines. Al fondo, un cielo de tonos azules, púrpuras y grises, formando una composición que desafía "la lógica espacial", ya que la cama se convierte en un soporte físico y metafísico. La obra se diferencia de otras representaciones occidentales porque ilustra la muerte integrada en la vida cotidiana, la identidad y la fuerza creativa. Y es que el esqueleto está sobre Kahlo para acompañarla y no para atemorizarla. "La muerte no es tabú ni trágica, sino íntima, bella y perdurable", apunta Sotheby's. 

La misma obra ya se vendió a la institución en 1980, por un precio mucho más bajo: 51.000 dólares. Ahora, se esperaba que alcanzara un precio de entre 40 y 60 millones. En la misma subasta, la estadounidense Dorothea Tanning también ha alcanzado un récord en su trayectoria: Interior with Sudden Joy se ha convertido en la obra más cara jamás subastada de la artista, 3,4 millones de dólares. También han brillado otros grandes nombres como Remedios Varo, con la venta de Sans titre por 952.000 dólares; René Magritte y La Révélation du présent, vendida por dos millones; y Salvador Dalí, con la venta de Symbiose de la tete aux coquillages por cuatro millones.