Mar de Alborán (cuadrante sudoccidental del Mediterráneo), 6 de septiembre de 1339. Hace 682 años. Las Galeras de Catalunya, comandadas por el almirante Jofré Gilabert de Cruïlles, derrotaban a un combinado naval musulmán, formado por las armadas de los reinos nazarí de Granada y benimerín de Fes, en la decisiva Batalla de Ceuta. Aquella guerra naval, relativamente alejada de la zona de influencia directa catalana, tenía un clarísimo propósito: abrir el estrecho de Gibraltar y la salida al Atlántico a la navegación comercial, en busca de una ruta que, circunvalando África, tenía que conducir a los mercaderes catalanes, valencianos y mallorquines a la India. Aquel proyecto había adquirido una importancia extraordinaria desde que Jordà de Catalunya (Jordanus Catalunus) había retornado de su largo viaje a la India y había divulgado las riquezas y las maravillas de aquella tierra.

Detalle del Libro de las Maravillas, de Marco Polo. Fuente Bibliotèque Nationale de FranceDetalle del 'Libro de las Maravillas', de Marco Polo / Fuente: Bibliotèque Nationale de France

¿Quién era Jordanus Catalunus?

Jordà de Catalunya, que en la documentación de la época aparece como Jordanus Catalanus, era un fraile dominico (de la orden de los Predicadores) que, según algunas fuentes, había nacido en Occitania y según otras en algún lugar de Catalunya. Sea como sea, durante su vida, estuvo intensamente relacionado con la cancillería de Barcelona y con la sede pontifical cismática de Avignon, que, durante décadas, se sostuvo con el apoyo político y militar de la Corona catalanoaragonesa. También, fuera cual fuera su lugar de nacimiento, cuando, en el retorno de su viaje, el pontífice a Juan XXII lo consagra como obispo de Columbo —en el sur de la India— el año 1330, le llama como Catalanus. Y el libro de viajes que publicaría (Mirabilia Descripta, 1327-1330) fue escrito en latín, pero estaba rellenado de catalanades.

¿Cuál era el propósito de Jordanus Catalanus?

Jordanus Catalanus era un predicador, y su propósito era evangelizar a la India. En su primer viaje (1311-1327) dirigió un pequeño grupo de cuatro misioneros franciscanos que tenían que tener una primera toma de contacto con aquel mundo y creó una mínima infraestructura evangelizadora. En este punto es importante mencionar que, en aquel contexto histórico, la evangelización era una de las tres patas de la ideología imperial de la época (las otras dos eran la conquista militar y la colonización económica). La iniciativa evangelizadora de Jordanus solo era la punta de lanza de una empresa mucho más ambiciosa: en sus comentarios proclamaría que la derrota de los musulmanes que, en aquel momento obstruían la vía comercial hacia Extremo Oriente del Mediterráneo oriental, tenía que provenir de una alianza cristiana entre europeos e hindúes.

¿Dónde fue Jordanus Catalanus?

En aquel primer viaje (1311-1327), Jordanus Catalanus y sus cuatro franciscanos embarcaron en Mesina (Sicilia, que entonces estaba gobernada por los Belónidas de Palermo), hasta Constantinopla, pasando —muy reveladoramente— por el ducado almogávar de Neopatria. Desde Constantinopla, siguiendo el camino de los conventos cristianos de la región del Puente, llegaron a Armenia. Y desde allí, giraron en dirección sur, atravesaron Persia —siguiendo el curso de los ríos mesopotámicos— y, posteriormente, recorriendo la línea de la costa del golfo de Omán y del mar de Arabia, llegaron hasta el extremo sudoccidental de la India, más concretamente a la ciudad de Columbo (posteriormente colonia portuguesa de Coulao, más adelante colonia británica de Desinganadu y, actualmente, Kollam, estado de Madrás, India).

Mapa portugués de la India (1519), obra del cartograf Jorge Reinel. Fuente Bibliothèque Nationale de FranceMapa portugués de la India (1519), obra del cartógrafo Jorge Reinel / Fuente: Bibliothèque Nationale de France

¿Qué hizo Jordanus Catalanus en la India?

Jordanus Catalanus no fue el primer europeo moderno que llegó a la India. Los comerciantes genoveses de la época ya habían creado algunos pequeños enclaves coloniales en la costa de Bombay. Y, además, fue el primer europeo que viajaba más allá del río Ganges. El explorador y comerciante veneciano Marco Polo le había precedido a finales del siglo anterior, pero sí que sería el primer europeo moderno que se adentraría en las entrañas del mundo hindú.

Cuando la pequeña expedición de Jordà inició su tarea evangelizadora, disparó todas las alarmas del poder local. El sultán, líder de la minoritaria élite musulmana gobernante, ordenó la detención, encarcelamiento, tortura y ejecución de los cuatro franciscanos. Jordà consiguió escapar; sin embargo, durante años y hasta que pudo retornar, deambuló oculto por el inmenso territorio de la península de Hindustan.

Mapa genovés de Europa, África y Asia (1505), obra del cartograf Nicolò de Caverio. Fuente Bibliothèque Nationale de FranceMapa genovés de Europa, África y Asia (1505), obra del cartógrafo Nicolò de Caverio / Fuente: Bibliothèque Nationale de France

¿Qué describió Jordanus Catalanus de su viaje a la India?

Durante los años que deambuló por la India, Jordà de Catalunya anotó todo aquello que le sorprendió. Su libro de viaje Mirabilia Descriptia (las Maravillas Descritas) es un relato de la vida social, política y económica de la India del siglo XIV; de las riquezas en forma de especias, tejidos y metales, y de la variedad zoológica de aquel mundo (quedó especialmente impresionado por los elefantes y por los cocodrilos). Jordanus Catalanus se convertiría en un tipo de Marco Polo catalán en la India, con la diferencia de que su trayectoria no estuvo ataviada con los lujos que acompañaron la vida del veneciano en el Extremo Oriente. No obstante, su relato, dotado de una impresionante riqueza de detalles, no quedaría en nada. Desde un primer momento merecería la atención de los poderes europeos de la época, especialmente del Pontificado.

¿Qué iniciativas impulsó el viaje de Jordanus Catalanus?

Las Maravillas Descritas de Jordà de Catalunya (1327-1330) sería el equivalente al Libro del Millón de Marco Polo (1298) o el Rihla d'Ibn Battuta (1354). Serían tres obras fundamentales de la época, imprescindibles para explicar una nueva ideología de las clases mercantiles europeas, que impulsaría los primeros viajes atlánticos: desde los primeros viajes genoveses, portugueses y catalanes a la costa atlántica africana (principios del siglo XIV) hasta los primeros viajes colombinos (finales del siglo XV). En Catalunya, no tan solo se puso de manifiesto en la operación militar del mar de Alborán (1339), sino también en la empresa colonizadora de Canarias (a partir de 1346), concebida para acceder a las fuentes de abastecimiento de oro, de especias y de esclavos del África subsahariana, y en busca de la ruta marítima hasta la India que circunvalaba el continente africano.

Catalanus, Colón, Cabot

Todo eso lo que pone de relieve es que la empresa colombina (1492-1500) no surgió por generación espontánea, sino que fue la culminación (aunque, inicialmente, es un viaje más) de una serie de viajes anteriores —que se remontaban a principios de la centuria de 1300 y que habían forjado un cambio de paradigma (una nueva ideología de las potentes clases mercantiles; sobre todo catalanas, genovesas, venecianas y portuguesas)— que proyectaban su ambición hacia el Atlántico. La empresa de Colón (planificada y financiada en Valencia, 1484-1492), o la de Cabot (planificada y financiada en Bristol, pero hija de la empresa colombina valenciana, 1492-1497), no habrían sido nunca posibles si, con anterioridad, viajeros como el catalán Jordanus Catalanus o cartógrafos como el mallorquín Abraham Cresques no hubieran puesto los cimientos.